Publicado en Oekonux Project, en 2009.

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Prólogo

El texto que presentamos a continuación consta de cuatro partes. En la primera los autores ofrecen un marco teórico general acerca de cómo ocurre el cambio histórico, a partir de un modelo aplicable tanto a los fenómenos biológicos como a los modos de producción social. El punto de partida para este modelo es la llamada «forma germinal»: literalmente una mutación que contiene en potencia el cambio completo de un sistema a lo largo de un desarrollo en cinco fases. La segunda parte está dedicada a examinar a la luz de este modelo la transición desde el feudalismo al capitalismo; mientras que en las dos partes finales se analiza el surgimiento de una forma social contemporánea, la producción entre pares, como caso ilustrativo de esta dialéctica. En clara referencia a Marx -especialmente a su teoría de la sucesión de las formas sociales expuesta en los Grundrisse-, y a la actual teoría crítica del valor, los autores sostienen que ciertas formas recientes de producción digital contienen en germen un modo de producción superior al capitalismo: uno basado en la gratuidad, la apertura y «el libre desenvolvimiento de cada individuo como condición para el libre desenvolvimiento de todos».

Si hay algo que parece ser ampliamente discutible en el texto, son sin duda las proposiciones que los autores hacen en la parte final, y no porque el horizonte que evocan no sea deseable, sino porque omiten por completo la lucha de clases que forma parte de sus condiciones de posibilidad. Dicho esto, puede que el mayor interés de este ensayo resida en llevar la discusión más allá del campo que los autores proponen, indagando en una multiplicidad de prácticas sociales contemporáneas que, según el modelo de cinco fases, podrían estar anticipando un nuevo modo de producción social. Esta posibilidad se hace mucho más patente al ser confrontadas esas prácticas con la crisis total (climática, ecológica, energética, económica, etc.) en la que el capitalismo nos está sumergiendo. Enfrentados a un escenario catastrófico, la teoría de la forma germinal nos ofrece un marco extraordinariamente fértil para entender fenómenos en apariencia tan diversos como la ecología de código abierto, la agricultura urbana, las redes de economía alternativa o la desobediencia tecnológica. Asimismo, esta teoría nos permite situar en un contexto más coherente y unitario los debates actuales sobre planificación económica, comunismo de desastre, logística/contralogística, vínculo entre comunismo y cibernética, y en general el necesario debate sobre las formas que puede adoptar la abolición concreta del valor de cambio.

Stefan Meretz y Stefan Merten son expertos en ingeniería informática y se han dedicado durante varias décadas a pensar el paso hacia «un mundo sin mercado y sin estado». A fin de desarrollar las bases experimentales y teóricas de este enfoque, en los años 90 pusieron en marcha las comunidades de investigación Oekonux y P2P Foundation. Desde entonces han publicado varios libros y tomado parte en numerosas publicaciones y encuentros. Actualmente hay tantos colectivos, campañas de agitación, laboratorios, talleres y publicaciones que directa o indirectamente le deben su inspiración a Oekonux y a la P2P Foundation, que sería imposible enumerarlos aquí.

La traducción de este texto presentó algunos desafíos inusuales; primero, porque se trata de un borrador inconcluso, y segundo, porque fue escrito en inglés por dos autores alemanes, quienes hicieron su mejor esfuerzo por presentar ideas complejas en una lengua que no es la suya. Para ser realmente fiel a esas ideas, tuve que tomarme bastantes libertades, atendiendo al principio de que traducir se trata ante todo de transmitir contenidos mentales y culturales, y no formas lingüísticas. Para facilitar la lectura, convertí todas las referencias entre corchetes incluidas en el texto original, en notas al pie de página.

L. B.


Marco conceptual

Introducción

¿Cómo debemos concebir la evolución? Pensamos que la respuesta no puede ser menos obvia. Con este texto queremos responder a esta pregunta, a la vez que ofrecer una serie de ejemplos históricos y actuales que ilustran nuestros puntos de vista. En general, parece que la evolución se entiende como la expansión de posibilidades mediante un proceso de acumulación de medios cada vez más abundantes, organizados para impulsar esa expansión. Tal perspectiva se refiere, por cierto, a un crecimiento meramente cuantitativo. Sin embargo, la evolución también se caracteriza por saltos cualitativos. Surge entonces la pregunta: ¿cuándo un proceso cuantitativo se transforma en un proceso cualitativo? ¿Cuáles son las razones y las condiciones necesarias para que esto suceda? Uno de los modelos más avanzados para responder estas preguntas es el modelo de cinco fases que presentamos a continuación.

Los orígenes

El modelo de cinco fases ha recibido la influencia de varios precursores. Por un lado, Georg Wilhelm Friedrich Hegel, uno de los filósofos idealistas más importantes, desarrolló un sistema formal para comprender las ciencias. En su Ciencia de la Lógica [1] analiza la relación entre ser, esencia y concepto, y cómo uno se transforma en el otro. Su idea de evolución, sin embargo, es puramente lógica, no histórica. Fue Karl Marx [2] quien vinculó la dialéctica hegeliana con la historia, y expuso los principios del desarrollo histórico. Al contrario de las opiniones del propio Marx, el movimiento marxista resultante tradujo estos principios en «leyes», simplificando y formalizando el análisis original de Marx. Así, Friedrich Engels propuso las «tres leyes de la dialéctica» que serían luego utilizadas por varias generaciones de marxistas.

Un aspecto que Hegel subrayó es que los principios del desarrollo pueden pero nunca deben considerarse separadamente del tema del análisis original. ¿Por que? El peligro que supone enunciar cualquier ley en términos generales es evidente: en cuanto se descubre una ley en relación a un tema específico, ésta no tarda en ser aplicada al análisis de otro tema diferente. En otras palabras, la llamada «ley» funciona como unos lentes que filtran la percepción, predeterminando lo que se puede ver y conceptualizar. Y sin embargo, existe un conjunto de principios evolutivos generales, y la forma en que el cambio se produce no tiene nada de arbitrario. Pero cualquier análisis debe ser cuidadoso y tener en cuenta que cada concepto funciona como un filtro. Esto también se aplica al modelo de cinco fases que presentamos a continuación.

Klaus Holzkamp, ​​fundador de la psicología crítica alemana, es quien, en nuestra opinión, y en un sentido hegeliano, ha propuesto un enfoque realmente viable. Holzkamp sostiene que algunas de las ideas marxistas y hegelianas necesitan ser tratadas con más precisión. Su objetivo es explicar la evolución histórica de la psique en el proceso filogenético. Desde ese punto de partida, sus ideas específicas se generalizan siguiendo cinco pasos. Estas ideas de Holzkamp conforman el núcleo inicial del modelo de cinco fases.

El siguiente paso en la elaboración del modelo de cinco fases fue la transmisión del esquema filogenético a la historia de la sociedad. Estando consciente de que hay diferencias cualitativas entre la evolución biológica y la historia humana, Stefan Meretz asume que a nivel general también existen similitudes entre ambas. Sería incorrecto explicar la historia humana de una manera evolucionista, pero existen estructuras de desarrollo comparables. Sin embargo, esto debe verificarse aplicando de manera flexible el modelo de cinco fases a la historia humana. Ofreceremos dos ejemplos con los que esperamos respaldar nuestra posición. Si nuestras ideas encuentran un respaldo suficiente, obtendremos una poderosa herramienta para analizar fenómenos nuevos y contemporáneos tales como el software libre, y estaremos en condiciones de abordar la cuestión de cómo se puede superar el capitalismo.

En lo fundamental, intentaremos mostrar que los resultados de nuestro análisis permiten una nueva comprensión de cómo la sociedad opera transformaciones cualitativas. Nuestros hallazgos no son nuevos, en el sentido de que los temas que hemos puesto de relieve ya han sido pensados previamente. Por lo tanto, no hay que dejarse llevar con demasiada facilidad por un sentimiento cálido (o frío) de acuerdo (o desacuerdo) cuando algunos de esos temas resulten familiares. Lo que sí es bastante nuevo es la imagen general que ofrecemos. Por supuesto, también nosotros estamos parados sobre los hombros de gigantes. [3]

Descripción general

Mientras intentamos a continuación explicar la estructura básica del modelo de cinco fases, tengamos en mente lo que hemos dicho hasta ahora. Holzkamp generaliza su modelo evolutivo a partir de la investigación sobre las etapas cualitativas de la filogénesis, en su camino hacia el desarrollo de la sociedad humana. Estos son los temas principales que expondremos en detalle más adelante:

  1. Fase emergente: aparición de la forma germinal.
  2. Fase crítica: crisis de la forma antigua.
  3. Fase expansiva: la forma germinal adquiere relevancia.
  4. Fase de dominio: la forma germinal se vuelve dominante.
  5. Fase de reestructuración: todo el proceso sistémico se reorganiza.

No hay que ver estas fases como una sucesión cronológica, sino como una secuencia lógica. Para presentar la teoría de la forma germinal, primero esbozaremos un ejemplo que nos servirá para ilustrar las fases del modelo. El ejemplo está tomado del libro de Holzkamp. [4]

Los organismos simples que habitan en el agua dependen de las condiciones ambientales en las que viven, porque se sustentan asimilando nutrientes del entorno. Dirigirse hacia áreas ricas en nutrientes incrementa sus posibilidades y su capacidad para sobrevivir. Aquí la capacidad para orientarse tiene un papel fundamental. En su forma primaria, la capacidad para «ver» depende de ciertas habilidades motoras: mientras el organismo se desplaza, su superficie sensible detecta áreas claras y oscuras del entorno, lo cual en terminología científica recibe el nombre de «gradiente de orientación». Suponiendo que las regiones más claras contengan sistemáticamente una mayor cantidad de nutrientes, este organismo acuático tenderá a utilizar las diferencias lumínicas para encontrar regiones más nutritivas, aumentando así su posibilidad de sobrevivir. Sin embargo, según cuáles sean los alcances de su movilidad, la locomoción, por otro lado, también puede resultarle muy arriesgada, dado que se encuentra en un entorno extremadamente hostil y peligroso. En comparación, otros organismos capaces de detectar diferencias lumínicas desde una mayor distancia, tienen una probabilidad mucho mayor de sobrevivir porque no dependen de su movilidad para detectar áreas altamente nutritivas; en otras palabras, tienen un riesgo mucho menor de realizar movimientos letales. El problema que esto plantea para el tema de la evolución es el siguiente: ¿cómo y por qué una población formada por organismos con estructuras más simples puede en un momento dado desarrollar formas de orientación cualitativamente superiores? (¡Y tenemos certeza de que esto realmente ha sucedido!)

1. Fase emergente: aparición de la forma germinal

Todo lo que existe en un nuevo nivel de desarrollo se nos presenta como auto-evidente y ubicuo. Debemos tener en cuenta que el principio imperante en el sistema observado no existía, sino que éste se hallaba regido por otro principio previo.

En nuestro ejemplo, el sistema es una población de organismos acuáticos simples, que emplean una forma primitiva de orientación para ayudarse a encontrar zonas ricas en nutrientes. Esto funciona siempre y cuando las condiciones ambientales inmediatas favorezcan el sustento y reproducción de la población. Sin embargo, estos organismos están en constante riesgo de ejecutar desplazamientos letales, porque su orientación depende completamente de que se mantengan en movimiento; no cuentan con una forma de orientación que les permita «ver» áreas nutritivas desde una gran distancia.

Las formas nuevas siempre aparecen como mutaciones aisladas: pasan desapercibidas porque en un primer momento resultan inútiles. Pero pueden sobrevivir en determinados nichos. Algunos mutantes constituyen formas incipientes de nuevas facultades, por ejemplo, la de «ver» a una distancia mayor. Son por lo tanto formas germinales de una función cualitativamente nueva, la cual emergerá en etapas evolutivas posteriores. Hoy podemos afirmar esto porque sabemos mucho sobre cómo en diversos organismos las funciones visuales se han desarrollado a lo largo del tiempo, y cómo operan. Cuando analizamos esta evolución lo que hacemos es mirar hacia atrás a fin de reconstruirla, y así comprender aquello que se ha desarrollado. De modo tal que nuestro conocimiento nos dice: una forma germinal evoluciona al interior de nichos, así es como sobrevive dentro de los viejos modos de sustento y reproducción, portando características nuevas que serán dominantes en el futuro. En una fase emergente, estas formas germinales (mutaciones y desviaciones) representan funciones nuevas, quizás tan inútiles para la reproducción y la supervivencia como pueden serlo otras desviaciones y formas no germinales. Es en las dos fases siguientes cuando se decide si estas nuevas funciones se volverán útiles o no.

2. Fase crítica: mutación de la forma previa

Una forma nueva puede alcanzar un mayor desarrollo sólo si es capaz de desempeñar un papel positivo o decisivo en el sistema dado, en el que siguen predominando las formas antiguas. Por otra parte, una forma previa sólo requiere formas nuevas cuando el sistema dado ya no es capaz de reproducirse con tanto éxito como lo hacía antes. Cuando las viejas formas y principios ya no son eficientes, el sistema entra en crisis.

Una crisis puede ser el resultado de condiciones o causas perturbadoras tanto internas como externas. A menudo es causada por cambios en el entorno del sistema. En el caso de nuestra población acuática simple, por ejemplo, podría ocurrir que disminuya la concentración de nutrientes. Los cambios en el entorno generan tensiones internas, y si bien en algunos casos el sistema dado puede hacer frente a estas tensiones activando los viejos principios, en otros casos, no es capaz de hacerlo.

Aún más interesante es el caso en que determinadas condiciones internas del sistema se vuelven contradictorias, provocando una crisis. Es lo que ocurre cuando el potencial de desarrollo que es inmanente al sistema se agota, viéndose así el sistema enfrentado a desafíos que no puede gestionar con los recursos dados. Por ejemplo, nuestra población de organismos simples puede crecer hasta el punto de que su movimiento se vuelva críticamente lento, y su orientación tan imprecisa que ya no consiga alcanzar nuevas áreas nutritivas de forma lo bastante oportuna como para evitar la inanición. Así, el sistema formado por estos organismos entrará en crisis debido al propio éxito de su desarrollo. El hecho de crecer hasta alcanzar un tamaño demasiado grande, sin modificar sus viejas formas de orientación y movimiento, vuelve al sistema incapaz de afrontar el incremento de sus necesidades nutricionales.

Esta evolución tiene tres posibles resultados: estancamiento, colapso, y desarrollo cualitativo. En el primer caso, una parte de la población muere de hambre y el sistema se estanca dentro de los límites dados por las condiciones existentes, manteniendo así su nivel de funcionamiento previo. En el segundo caso, la población crece tan rápido que colapsa y desaparece. En el tercer caso, al interior de la población se desarrolla una propiedad cualitativamente nueva que le permite un mayor crecimiento y expansión. Seguiremos esta tercera opción, analizando la evolución ulterior de la forma germinal surgida en la fase emergente.

3. Fase expansiva: la forma germinal adquiere relevancia

Bajo las condiciones dadas por los viejos principios y por la consiguiente crisis, la forma germinal nacida recientemente puede salir de sus nichos y expandirse en términos cuantitativos. Esto ocurre porque las condiciones evolutivas del sistema lo requieren: la forma germinal se transforma en una dimensión evolutiva relevante y cualitativamente nueva dentro de la forma antigua, aún dominante. La consolidación de la forma germinal dentro del antiguo sistema lógico puede tener dos resultados. Primero, puede conducir a que la nueva forma quede integrada dentro de la antigua: en este caso la forma germinal se acomoda, adapta y modifica parcialmente, en un proceso de asimilación dentro de la forma dada. La segundo posibilidad es que la forma germinal se desempeñe cada vez mejor y se establezca junto a los viejos principios del sistema.

En el primer caso su carácter de forma germinal se pierde. En el segundo caso, los aspectos novedosos aportados por la forma germinal se potencian. En ambos casos, la forma germinal integrada y reforzada beneficia al sistema, atenuando su crisis. Por otro lado, el hecho de que en la fase expansiva los principios nuevos aunque dispares de la forma germinal estén al servicio de la lógica del antiguo sistema, es una indispensable condición previa para que pueda desarrollarse la fase ulterior. Es decir, el nuevo sistema debe ponerse al servicio del antiguo a fin de no ser absorbido o derrotado por él.

Es muy importante comprender la dialéctica de esta fase. Desde una lógica dualista, diríamos que una nueva forma sólo puede ser incompatible o compatible con la forma anterior, sin que exista una tercera opción. Este concepto de «tertium non datur», también conocido como «principio del tercero excluido», domina al pensamiento contemporáneo y los movimientos obreros no han estado exentos de él. El pensamiento dialéctico en cambio supera e incluye la lógica dualista al reconocer la interrelación entre términos opuestos. En realidad, los opuestos nunca están aislados uno del otro. En particular, cuando se trata de comprender los procesos de desarrollo histórico, aislar entre sí a los opuestos no ayuda en lo más mínimo.

Volviendo a nuestro ejemplo, en el primer tipo de resultado, nuestra población de organismos simples podría integrar dentro de su antigua forma de orientación la función recientemente desarrollada de «ver a mayor distancia», mejorando así su sensibilidad corporal frente a las diferencias de luz y oscuridad. Con una sensibilidad mejorada, los movimientos de los organismos se harán más complejos y más sintonizados con el ambiente, disminuyendo así los riesgos letales, pero en lo concerniente a la orientación a larga distancia, nada habrá cambiado. Una población capaz de orientarse con mayor precisión puede ser lo suficientemente apta para la actual fase de crecimiento; de modo que la integración se completa y la nueva función consistente en poder ver a largas distancias desaparece, porque ya no es necesaria.

El segundo tipo de resultado podría consistir en que la nueva función de ver a distancia, que es una propiedad especial perteneciente sólo a unos pocos organismos, permita a la población completa obtener una nutrición mejor, tras haber asignado a esos pocos organismos mutantes la función de liderazgo. Así, dado que la totalidad del sistema se beneficia de esos pocos organismos con facultades de orientación más precisas y oportunas, esta nueva función puede expandirse, porque resulta útil para todos, aún cuando la antigua lógica del sistema siga predominando. En consecuencia, los organismos provistos con la nueva función tienen una probabilidad mayor de sobrevivir que los organismos que carecen de ella, con el resultado de que la nueva función se extiende a las siguientes generaciones.

4. Fase de dominio: la forma germinal se vuelve dominante

En este punto del desarrollo, la antigua forma germinal subsidiaria se convierte en la forma dominante. Los nuevos principios prevalecen porque constituyen una mejora con respecto a las dimensiones clave de todo el proceso evolutivo. El carácter novedoso típico de la forma germinal llega así a su fin. Ahora bien, no es la forma en sí sino sus principios los que determinan el desarrollo subsiguiente, al reemplazar a los principios de la forma previa, vueltos obsoletos y disfuncionales. Ya sea que esto ocurra de forma gradual o súbita, la nueva forma deviene ostensible y omnipresente.

El hecho de transformarse en dominante es el segundo salto cualitativo: en un primer momento, la forma germinal había conquistado una nueva posición cualitativa en la que ya no podía ser ignorada (fase expansiva). A continuación, la nueva forma sustituye a la forma anterior determinando así la trayectoria evolutiva de todo el sistema. Este segundo salto trae aparejado un potencial completamente nuevo para futuros desarrollos, abriéndose así a nuevas posibilidades mucho más amplias y de mayor alcance que las que se habían desplegado en las circunstancias previas. Sin embargo, antes que este nuevo potencial pueda hacerse realidad, el sistema debe adoptar el conjunto de nuevos principios (fase de reestructuración).

Aplicada a nuestro ejemplo, la fase de dominio significa que poder ver a mayor distancia resulta tan útil para toda la población, que los organismos que siguen utilizando la función primitiva de orientación a través del movimiento se encuentran ahora en desventaja reproductiva en comparación con los miembros de la población que sí emplean la nueva función. Al desaparecer los organismos anticuados la nueva función es asumida por todos los organismos de las siguientes generaciones. Este proceso puede ser lento y tardar muchas generaciones, si es que hay poca presión para adaptarse a las nuevas condiciones; o bien puede ser rápido, aunque no demasiado rápido, pues esto pondría en peligro la supervivencia de la población.

No hay que olvidar que en el caso de los organismos biológicos la evolución transcurre a lo largo de generaciones, a través de procesos de mutación y selección, en un proceso extremadamente lento en comparación con el paso de las sociedades humanas a través del desarrollo histórico. Ahora bien, aunque en la evolución en cinco fases la escala de tiempo puede ser considerablemente distinta en entornos naturales y en el ámbito social, los saltos cualitativos que operan al ser superados los respectivos límites evolutivos son los mismos.

5. Fase de reestructuración: todo el proceso sistémico se reorganiza

Cuando una nueva forma se ha establecido, se hace necesario reorganizar el sistema completo, incluyendo todos los demás aspectos de su vida. Esta reconstrucción de todos los procesos derivados subsidiarios es indispensable para que el nuevo potencial del sistema se realice y ocurra así un salto evolutivo basado en los principios de la nueva forma. Por otro lado, pueden también emerger nuevas contradicciones, nuevas formas germinales que hagan entrar al joven sistema en nuevas crisis, etc. Para que la primera fase de un nuevo ciclo se estabilice, otra vez debe cerrarse un ciclo anterior. Obtenemos entonces la imagen de una espiral en la que hicieron falta cinco fases para completar una vuelta y alcanzar un nivel superior, donde la siguiente vuelta abarcará de nuevo cinco fases, y así sucesivamente.

Entonces, ¿qué ha pasado en esta etapa con nuestra población de organismos? Ahora percibir, ver y escudriñar un objeto desde una gran distancia es la forma dominante de orientación, mientras que otras funciones -por ejemplo, la orientación basada en el movimiento- se adaptan a esta función nueva. Lo que ha sucedido es que se han desarrollado órganos de percepción cualitativamente nuevos: «ojos», en nuestro caso. Una orientación más precisa y cualitativamente nueva hace emerger la necesidad de un mejor control nervioso, lo cual determina el desarrollo de órganos motores (aletas, garras, tentáculos, etc.) que faciliten la adaptación y precisión de los movimientos. Los desafíos activados por el nuevo modo de orientación dominante hacen que otras funciones del sistema se reestructuren y alcancen nuevos desarrollos. Sea como sea, esta nueva función visual, aún tosca y poco refinada, no permite distinguir diferentes tipos de objetos desde una gran distancia; simplemente da información aproximada sobre la dirección en la que el organismo debe moverse. El consiguiente aumento de la población hará surgir, por tanto, nuevas contradicciones, con lo cual se desarrollarán nuevas formas germinales, y así sucesivamente. La fase de reestructuración volverá a ser el primer paso de una nueva vuelta en la espiral evolutiva.

Modelo de generalización de las cinco fases

Además de acudir a ejemplos tomados de la biología, podemos también describir el modelo de cinco fases desde un punto de vista más general. Así, en muchos casos, los procesos históricos pueden asimismo verse desde esta perspectiva. Aún cuando el modelo de cinco fases no pretende ofrecer un esquema evolutivo universal, siempre es interesante examinar si los procesos históricos pueden interpretarse según sus términos. A continuación, haremos precisamente esto, usando el surgimiento histórico del software libre como un caso de la producción entre pares, para mostrar la validez del modelo de la forma germinal en relación con los procesos históricos. Argumentaremos que el modelo de cinco fases puede utilizarse para comprender dónde nos hallamos actualmente en un proceso histórico de transformación. Este punto de vista arroja nueva luz sobre las preguntas que suelen ser respondidas mediante la aplicación de lógicas formales dualistas (mercado versus economía planificada, trabajo versus capital, etc.).

Esta generalización del modelo de cinco fases fue introducida por primera vez por Stefan Meretz en el contexto del proyecto Oekonux que comenzó en 1999. Oekonux es un acrónimo de «Econ-omy y GNU/Li-nux«. [5] El proyecto es una plataforma de discusión e investigación para quienes se interesan ​​en comprender, aplicar y extender a toda la sociedad los principios del software libre y la producción entre pares. El modelo de cinco fases tiene un papel importante a la hora de entender los diversos fenómenos, en parte contradictorios, del software libre; nos protege asimismo de caer en algunas de las conocidas trampas que ofrecen las lógicas binarias: «¿el software libre está a favor o en contra del capitalismo?» Este tipo de preguntas debe ser rechazada, porque no nos ayuda a comprender ni los principios del software libre ni su papel en el capitalismo. La única respuesta posible a esta pregunta es que «está a favor y en contra del capitalismo», y eso no explica nada. A continuación, mostraremos que el modelo de cinco fases nos puede proporcionar una comprensión profunda del software libre y de la producción entre pares, a la vez como fenómeno general y en cuanto a su papel en el capitalismo actual.

El capitalismo como forma germinal

Tras esbozar la teoría de la forma germinal y el modelo de cinco fases, usaremos esta teoría para analizar el desarrollo del capitalismo. En particular nos interesa​​ indagar en cómo la teoría de la forma germinal puede ser útil para entender el paso del feudalismo al capitalismo, porque en el siguiente capítulo ofreceremos un ejemplo de una forma germinal actual que, según nuestra tesis, está hoy en su fase expansiva. [6]

Elementos capitalistas tempranos

Cuando hablamos de capitalismo, estamos pensando en dos fundamentos principales de este sistema social: el trabajo abstracto y el intercambio por un lado, y la producción industrial por el otro.

En el capitalismo, los productores aislados compran y emplean fuerza de trabajo para producir mercancías, las que luego son intercambiadas en los mercados. El intercambio se realiza mediante la comparación de la cantidad media de trabajo que socialmente se requiere para producir las respectivas mercancías. Este promedio es el trabajo abstracto, y se expresa mediante el valor de cambio de las mercancías. Sin embargo, lo que a los consumidores les interesa es el valor de uso de los bienes que compran, el cual es creado por el trabajo concreto. El trabajo abstracto y el trabajo concreto son entonces dos aspectos de un mismo proceso: la producción de bienes como mercancías. En el capitalismo, sin embargo, el aspecto concreto del trabajo está dominado por su aspecto abstracto: da lo mismo si el bien que se está produciendo es leche o bombas; el objetivo principal de la producción capitalista es que el producto se pueda vender en un mercado y que, por lo tanto, se pueda realizar su valor de cambio.

El capitalismo es al mismo tiempo un modo de producción industrial, en el que la gran maquinaria y la producción en masa tienen alcances que nunca podrían haber tenido en una sociedad feudal. Esto se aplica tanto al aspecto técnico de la producción industrial como a las condiciones sociales que hacen falta para impulsar ese desarrollo técnico. Mientras que en el capitalismo fordista los trabajadores son sólo un apéndice de la maquinaria, hoy el capital ejerce una gran demanda de creatividad y autoeducación. Volveremos a este aspecto en el capítulo final.

Siguiendo el modelo de cinco fases, debemos localizar dónde aparecieron en la historia estos fundamentos del capitalismo -el trabajo abstracto y el intercambio de mercancías, así como la producción industrial- a fin de identificar aquellos lugares en que se puede reconocer la fase emergente del capitalismo.

El intercambio, tal como acabamos de definir, está representado por el sistema monetario, donde el dinero expresa el valor de cambio. Por supuesto, el dinero como fenómeno ha existido durante un largo período en la historia de la humanidad; sin embargo, la mayor parte del tiempo el dinero fue sólo un medio para facilitar el intercambio de bienes, tal como lo expresó Marx al describir su función en términos de M-D-M, en contraste con la función capitalista del dinero en que D-M-D’, donde D’ es una cantidad mayor que D. [7] Sólo en la segunda variante el dinero es dinero capitalista, es decir capital, tal como lo conocemos hoy. Como la fórmula lo expresa, en esta modalidad la función del dinero como facilitador del intercambio se vuelve secundaria, mientras que se vuelve dominante la acumulación de ganancias.

Si comparamos el fenómeno del dinero con nuestro ejemplo de los organismos acuáticos simples, entonces el dinero se puede equiparar al rasgo de la orientación en cuanto tal. Es, al igual que la orientación en los organismos simples, un fenómeno común en muchas sociedades humanas: la función original del dinero (M-D-M) es un fenómeno generalizado. La función capitalista del dinero (D-M-D’), en cambio, constituye una desviación respecto de aquel uso estándar. Este tipo de uso del dinero es una mutación, tal como en nuestro ejemplo anterior lo eran los organismos con visión de largo alcance.

Podemos reconocer a este mutante en ciertas formas precapitalistas que aparecieron en las ciudades del norte de Italia alrededor del año 1300, pero también es posible verlo en el uso mercantil del dinero en una época posterior. En esos tiempos existía el dinero pero, en general, para la sociedad en su conjunto éste representaba un fenómeno bastante marginal, superado con creces por las estructuras feudales que dependían de cosas completamente diferentes del dinero. Es una verdad histórica que por entonces hubo desviaciones que más tarde desembocarían en el capitalismo, pero que en se momento inicial no triunfaron, e incluso se desvanecieron. Estos son buenos ejemplos de una forma germinal en su fase emergente que no llegó a realizar de inmediato su potencial.

También el otro fundamento del capitalismo, la producción industrial, hizo su aparición antes del siglo XVIII. De hecho, ya en el Imperio Romano había manufacturas que implicaban trabajo abstracto y, en ocasiones, incluso grandes maquinarias. Sin embargo, en ese momento tal forma de producción no prosperó, manteniéndose más bien como un fenómeno restringido y destinado a desaparecer tras la caída del Imperio. En cambio, la organización feudal del trabajo, que involucraba a campesinos y fabricantes en un modo de producción principalmente artesanal, tenía aún por delante varios siglos de vida.

Al mirar atrás desde la forma germinal ya plenamente desarrollada, tal como lo estamos haciendo aquí, basándonos en la teoría de la forma germinal podemos concluir que en aquel entonces la forma germinal carecía aún de ciertos elementos, o bien que la forma antigua aún no había entrado en crisis. Probablemente ambas cosas sean ciertas, por lo que el feudalismo siguió dominando hasta el siglo XVIII, mientras que la forma germinal capitalista se mantuvo en una posición marginal o desapareció por completo.

El potencial del capitalismo temprano

Los siglos XVII y XVIII atestiguaron un desarrollo más maduro. Sobre todo en Europa, la Ilustración trajo consigo una forma completamente nueva de pensar, emancipatoria al menos respecto de la Iglesia, y revolucionaria en lo concerniente a las ciencias naturales. Un cambio de paradigma que atravesó masivamente todo el tejido de la sociedad europea, y respecto del cual hoy sigue siendo muy difícil pensar sin salirse de la mentalidad moderna, si es que esto es siquiera posible.

Los avances en las ciencias naturales plantearon difíciles cuestiones filosóficas, quedando en tela de juicio toda la representación del mundo centrada en Dios. Los ecos de tal desarrollo siguen escuchándose hoy en día. Los progresos en las ciencias naturales abrieron la puerta a nuevas posibilidades tecnológicas, tales como la gran maquinaria, las cuales sin embargo no encajaban en el marco social de la organización feudal del trabajo. En efecto, las primeras formaciones industriales requerían de un trabajo abstracto que en ese momento era bastante escaso. Por lo tanto, se hizo necesario «liberar» a la gente de sus raíces feudales para así crear una fuerza de trabajo abstracta que supliera esa necesidad.

Por otro lado, la industria de aquella época utilizó el dinero de una manera nueva: se lo empezó a invertir no sólo en máquinas, sino también en trabajo humano, mientras que los resultados de esas inversiones, los bienes, empezaron a venderse en un mercado, de modo tal que la plusvalía se realizara para dar paso a un nuevo ciclo de inversión. Así es como el capital, tal como lo conocemos hoy, hizo su aparición, haciendo visible por primera vez a gran escala en la escena histórica la mutación funcional del dinero. Tanto el desarrollo tecnológico operado en esa época como los cambios en el marco social general, hicieron posible un ciclo de retroalimentación positiva que no hizo sino  incrementar la velocidad de ese mismo desarrollo.

Por otra parte, ese momento histórico atestiguó también la erosión del sistema de gobierno en que se basaba el feudalismo. Luis XIV de Francia es un buen ejemplo de cuán separada llegó a estar la clase aristocrática de los movimientos sociales reales, en comparación con Carlomagno unos mil años antes que él. Se puede pensar asimismo en las primeras revoluciones del Reino Unido, que cuestionaron el antiguo sistema de gobierno, favoreciendo en cambio a aquellos sectores de la sociedad que encarnaban elementos de la forma germinal emergente.

No obstante, ninguno de estos aspectos habría significado mucho si el capitalismo no hubiese mostrado algún potencial en términos de crear unos productos mejorados. De hecho, desde la perspectiva de los usuarios de tales productos, había unos cuantos a considerar. En primer lugar, el nuevo modo industrial de organizar el trabajo, unido a una tecnología optimizada, resultó en una mayor productividad, lo que a su vez redujo los precios de los bienes básicos fabricados de esta manera. Allí donde el dinero ya venía desempeñando un papel relevante, esto dio, por cierto, una importante ventaja a esos productos. Esta ventaja llegó a ser de tal magnitud en comparación con los bienes producidos por los antiguos fabricantes domésticos, y respecto de los productos ofrecidos por los gremios, que estos grupos, representantes del antiguo sistema, empezaron a rebelarse, como hicieron, por ejemplo, los luditas. [8]

En segundo lugar, la disponibilidad masiva de bienes ofreció una ventaja adicional al modelo capitalista, lo cual fue especialmente cierto en los sectores donde existía un consumo masivo. De gran relevancia fue la necesidad que los señores feudales tenían de equipar a sus masivos ejércitos modernos con uniformes, armamento y todo lo demás, algo que sólo es posible mediante una producción industrial. También los mercaderes apreciaron la disponibilidad masiva de bienes, porque ello hacía mucho más simple -y por lo tanto más barato- adquirir los productos que luego serían comercializados en algún mercado arbitrario.

En tercer lugar, la producción industrial -en esa época esto ya significaba producción capitalista- hizo aparecer bienes que antes no eran posibles. Especialmente las industrias pesadas, que necesitaban una gran cantidad de trabajadores libres, estuvieron en condiciones de producir ferrocarriles, estructuras enormes como el puente de Forth, etc. Una vez más, la guerra tuvo un papel destacado, porque al menos una parte de los nuevos productos consistió en armas -por ejemplo, los cañones-. En este punto, la forma germinal ya había creado su propio circuito de retroalimentación positiva: para que hubiera producción industrial eran necesarios los ferrocarriles, y la construcción de ferrocarriles requería de una producción a escala industrial.

En cuarto lugar, los bienes industriales mostraron tener ciertas características nuevas, tales como la uniformidad, que es uno de los resultados típicos de un proceso de producción homogéneo, a diferencia de uno de tipo artesanal. Esto, a su vez, simplificó el uso industrial de tales bienes, porque para un proceso industrial uniforme siempre es mejor contar con un suministro uniforme: otro circuito de retroalimentación positiva. Con todo, hay que tener en cuenta que dichos circuitos nunca fueron un fin en sí mismos. Eran necesarios para expandir la forma germinal, pero si la forma germinal no hubiese sido útil para el proceso general, estos circuito de retroalimentación positiva no habrían llevado a ninguna parte.

Las ventajas de los productos resultantes fueron la razón final por la que el capitalismo y la industrialización avanzaron sobremanera. Aunque algunos elementos habían existido en períodos históricos anteriores, no estaban lo bastante maduros como para dar lugar a un gran avance, o bien el antiguo sistema seguía teniendo la suficiente robustez para continuar inalterado. Solo en los albores del capitalismo las condiciones previas estuvieron lo bastante maduras para dar paso a este nuevo modo de producción.

Como ya señalamos, una vez que el nuevo modo de producción alcanzó la envergadura necesaria, se pusieron en marcha varios circuitos de retroalimentación positiva. El más importante fue la nueva lógica del dinero abstracto D-M-D’. Acompañando a la crisis del antiguo sistema feudal, estos circuitos de retroalimentación positiva cambiaron por completo todo el tejido social en un plazo históricamente muy breve, desencadenando por lo demás un desarrollo técnico hasta entonces insospechado. Ello implicó cambios sociales masivos cuya única razón de ser era que el nuevo modo de producción «lo exigía». En particular, la organización del trabajo humano fue revolucionada de arriba a abajo: los trabajadores libres requeridos por el capital, que hoy son el estándar, hasta entonces no habían existido.

En ese período el capitalismo mejoró en la medida de lo posible la eficiencia de la producción material, al tiempo que la liberaba de las limitaciones impuestas por el sistema feudal, es decir, por los gremios y el antiguo régimen de privilegios estamentales. Hoy vemos en esto, también, una liberación del pueblo respecto de las regulaciones feudales que habían existido durante varios siglos.

Dialéctica de la fase expansiva

A principios del siglo XIX estas características convirtieron al capitalismo en un factor importante dentro del proceso de desarrollo general: ésta es la definición exacta de una forma germinal en su fase expansiva. Una consecuencia lógica de tal fase expansiva son las contradicciones entre la forma antigua y la nueva. De hecho, si se presentan pocas o ninguna contradicción, la supuesta nueva forma probablemente no sea del todo nueva y pueda integrarse de alguna manera. Sin embargo, de acuerdo con la teoría de la forma germinal, estas contradicciones ocurren a mucha profundidad en el interior y a lo largo del tejido social, y no son tan obvias como podría pensarse.

Si la teoría de la forma germinal se puede aplicar al desarrollo del capitalismo, entonces debería haber contradicciones y movimientos dialécticos. En efecto, los hubo. Probablemente el más importante de ellos sea la cantidad de aristócratas que reaccionaron a las primeras formas de capitalismo usándolas en beneficio propio. La guerra y los ejércitos son un campo en que el capitalismo se mostró especialmente capaz de hacer grandes contribuciones (ver los escritos de Robert Kurz en torno a la guerra). [9] Un denominador común menos obvio es que el carácter alienado de las guerras feudales tardías se reflejó muy bien en el carácter alienado de la producción capitalista. Incluso hubo señores feudales que promovieron la Ilustración y con ella los nuevos valores del capital (tómese como ejemplo de esto al josefismo). [10] Nada de esto impidió que el capitalismo tomara el control de la sociedad, abriéndose paso poco a poco a medida que iba dejando obsoleto el dominio feudal.

De hecho, este período enseña algo muy importante sobre los cambios históricos fundamentales, en general: las raíces del cambio emergen y se desarrollan en nichos, pero debe haber una fase expansiva durante la cual la forma germinal plantee una contradicción a gran escala respecto del sistema antiguo, y al mismo tiempo se haya vuelto indispensable para dicho sistema. Si la forma germinal no plantea una contradicción, probablemente no tenga mucho potencial; y si no se vuelve indispensable, es que no es (aún) lo bastante fuerte en comparación con el sistema previo, y puede ser absorbida o disiparse.

Dominación del capitalismo y reestructuración de la sociedad

Como sabemos, el capitalismo tomó el control muy lentamente y las sociedades feudales fueron siendo reemplazadas por el capitalismo a lo largo de un período muy extenso. Esto duró al menos cien años en los países más industrializados, aunque por cierto aún hoy existen países donde las relaciones precapitalistas siguen teniendo un papel importante. Uno de los signos más reveladores del triunfo del capitalismo sobre el feudalismo es que hoy en día la religión no tiene mucha importancia. [11]

Dado que el capitalismo nos permite examinar el desarrollo de una forma germinal desde sus inicios hasta transformarse, como sugerimos, en un nuevo modo de producción, también podemos preguntarnos qué pasó con la producción dominante de la forma anterior. Pues bien, en la forma feudal una de las producciones dominantes era la agricultura, que entonces constituía la base principal de la sociedad, así fuera porque la gran mayoría de la población estaba involucrada en ella.

Por supuesto, en lo que respecta al valor de uso de los productos, la producción agrícola sigue siendo una base importante para la humanidad: la gente necesita comer y los productos agrícolas son para comerlos. De hecho, en la época feudal, la mayoría de la gente literalmente trabajaba para comer.

Aunque la producción agrícola es de suma importancia, poco a poco se fue convirtiendo en un mero apéndice de la producción industrial. Hoy la producción agrícola, al menos en los países industrializados, está totalmente dominada por la lógica de la industria y, por tanto, del capitalismo. Aunque hubo un tiempo en que la agricultura dominó el tejido social, este ya no es el caso. La gente todavía necesita comer, pero ya no trabaja por comida sino por dinero, y esta diferencia es importante porque señala un cambio fundamental: es el movimiento que típicamente presenta una forma germinal en la etapa de reestructuración, cuando su lógica ya ha dominado a toda la sociedad.

Si pensamos en la producción entre pares como una nueva forma germinal, entonces si este tipo de producción alcanza su etapa de reestructuración, habrá organizado la producción industrial de acuerdo con su propia lógica. Y probablemente, así como la agricultura actual difiere en gran medida de la agricultura feudal, este nuevo tipo de industrialización tendrá un aspecto muy diferente de la que conocemos hoy.

El modo de producción como fuerza motriz

De acuerdo con el análisis marxista, el modo de producción fue el motor más importante para que el feudalismo transitara hacia algo nuevo: el capitalismo. Fue un cambio fundamental en el modo de producción lo que modificó no sólo la forma en que se producen los bienes, sino todo el tejido social, cambio que con el tiempo se extendió a escala mundial. Este cambio en el modo de producción puso fin a toda una era de la humanidad y dio inicio a otra.

Un cambio crucial para la forma germinal del capitalismo fue la función asignada al dinero y, en consecuencia, el dominio de las formas sociales basadas en el intercambio. Por supuesto, hay muchos fenómenos que tienen que ver con aquello, por ejemplo el capital y el trabajo y sus mutuas contradicciones, o las relaciones de propiedad, por nombrar sólo algunos. Sin embargo, el núcleo del capitalismo es el intercambio de mercancías entre productores privados aislados entre sí.

Una forma germinal que al interior del capitalismo apunte hacia una nueva lógica debe desafiar este sistema basado en el intercambio, o de lo contrario será absorbido por la lógica dominante. Y debe hacerlo de una manera que sea susceptible de generalizarse, pues de otro modo seguirá siendo un fenómeno irrelevante. Una forma germinal con la capacidad de superar el capitalismo debe ser un modo de producción capaz de funcionar más allá de cualquier sistema basado en el intercambio y que, al mismo tiempo, funcione mejor… tal como en su momento el capitalismo funcionó mejor que el feudalismo.

El paso del feudalismo al capitalismo nos enseña lo que puede significar un cambio en el modo de producción una vez que se desencadena. La teoría de la forma germinal nos ofrece una perspectiva para entender cómo sucedió dicha evolución: podemos ver en retrospectiva cómo se desarrolló la forma germinal del capitalismo. Pero, con la precaución necesaria, la teoría de la forma germinal también se puede aplicar a los fenómenos actuales. En la siguiente sección vamos a explorar esto. Explicaremos el fenómeno de la producción entre pares basándonos principalmente en el ejemplo del software libre, y mostraremos, utilizando la teoría de la forma germinal, en qué punto se encuentra hoy la producción entre pares.

Formas germinales actuales

La producción entre pares

En los últimos treinta años hemos sido testigos de una importante transformación del capitalismo global. Hemos podido observar el paso desde un régimen de acumulación fordista a uno neoliberal, el cual busca integrar un número creciente de sectores previamente controlados por el Estado en un proceso de explotación privada. Este proceso va acompañado de la desconexión de grandes sectores de la sociedad que ya no son lo bastante rentables. Sin embargo, al mismo tiempo se está produciendo otro tipo de desconexión, el cual identificamos con el surgimiento de la producción entre pares. Este es el tema central del siguiente capítulo.

Estamos convencidos de que la reorganización de los procesos sociales en torno a nuevos modos de producción tiene el potencial de superar al capitalismo. Además, afirmamos que la producción entre pares puede verse como la forma germinal de una nueva sociedad basada en un modo de producción más allá del intercambio, más allá de los mecanismos de mercado y del dinero. Esta hipótesis de gran alcance está respaldada por el enfoque de la forma germinal. De entre todas las formas de producción entre pares surgidas masivamente en tiempos recientes, el software libre es hasta ahora la primera en surgir, la más desarrollada y la más visible. Por lo tanto, en este capítulo examinaremos en detalle el software libre para aprender algo sobre los principios de la producción entre pares.

Con el término producción entre pares nos referimos a fenómenos caracterizados por un conjunto de rasgos distintivos. [12] Aunque hay muchos fenómenos similares, la producción entre pares tiene que ver, ante todo, con el proceso de producción, no el de distribución. Esto es lo que diferencia a la producción entre pares de, por ejemplo, el trueque u otros enfoques relacionados con la distribución.

La producción entre pares tiene su punto de partida en la contribución voluntaria, no en la coacción o el mando. En ella, nadie puede obligar a otros a hacer algo, y nadie está obligado a obedecer a los demás. Sin embargo, esto no significa que no existan estructuras. Muy al contrario, suele haber mantenedores que deciden, por ejemplo, qué contribuciones aceptar y cuáles rechazar. Pero no hay nadie que pueda obligar a otros a hacer algo que no quieran hacer. Además, nadie está obligado a aceptar las estructuras existentes tal como son. Siempre que los participantes de un proyecto no estén satisfechos con algunos de sus aspectos, son libres de tratar de convencer a los demás miembros para que los modifiquen. Si eso falla, pueden optar por bifurcar el proyecto, separándose de los demás para establecer su propio proyecto en función de los resultados logrados colectivamente hasta ese momento.

En un proyecto de producción entre pares, los miembros deben mantenerse abiertos a las influencias externas, a fin de que el proyecto pueda apreciar y utilizar todas las ideas y contribuciones útiles, sin importar de dónde vengan. Esta apertura ilimitada es de hecho una de las ventajas decisivas de este modo de producción, al menos en lo que respecta a los productos resultantes. Esta ilimitación tiene entre sus consecuencias el carácter global de los proyectos de producción entre pares, carácter global que suele estar mediado por internet. Debido a esto, internet es una herramienta importante para la producción entre pares.

Cuando un proyecto busca incentivo en el valor de cambio, incorpora objetivos alienados. Esto no es útil. Todos sabemos cómo en el capitalismo la orientación a las ganancias puede arruinar hasta los proyectos más interesantes. Por el contrario, cuando el valor de cambio no es una motivación, entonces el único incentivo que impulsa a la producción es el uso del producto en sí. A esto lo llamamos orientación al valor de uso. Dado que los proyectos de producción entre pares están intensamente orientados al valor de uso, los productos resultantes son de mayor calidad. [13] Un proceso de producción entre pares no está limitado por la necesidad de limitar la calidad para que el producto pueda venderse en el mercado. Por el contrario, la mayoría de los proyectos de producción entre pares procura desarrollar el mejor producto concebible en su respectivo campo. Lo que buscan es la calidad absoluta, a diferencia de la calidad relativa que impera en un mercado basado en el intercambio. Otra consecuencia de que la producción entre pares no esté orientada al valor de cambio, es que la abundancia no se ve como una amenaza, sino como algo benéfico. Esto contrasta fuertemente con los bienes basados en la escasez, es decir, en lo contrario de la abundancia.

Contribuir a un proyecto de producción entre pares tiene fuertes elementos de Selbstentfaltung. [14] En un proyecto de producción entre pares, la autoexpresión es el principal incentivo individual que motiva a los participantes a donar su esfuerzo. Esto quiere decir que las personas que realizan estos esfuerzos responden a su motivación interior y no a la consecución de metas alienadas. No existe ningún incentivo externo -como ganar dinero-, por lo tanto las personas pueden perseguir las metas que mejor se adapten a sus necesidades. De hecho, este foco en la autoexpresión es lo que hace que la producción entre pares resulte atractiva para quienes se interesan en la emancipación social. La autoexpresión representa, de hecho, la máxima libertad posible: ella y la alienación son mutuamente antagónicas.

La libertad de los resultados es tanto una condición previa como una consecuencia del proceso en sí. Esta regla transforma la apertura mencionada anteriormente en un circuito de retroalimentación positiva. Todo proyecto sostenible requiere de un circuito de retroalimentación positiva de este tipo. Este circuito, además, fortalece los rasgos distintivos del proyecto de producción entre pares.

Hasta ahora la producción entre pares ha sido una aventura fácil en el ámbito de la información digital. Esto se debe a dos cosas. Por un lado, al uso omnipresente de máquinas y redes digitales; por otro, a que el proceso de copia digital es independiente del significado de la información digital copiada. Decimos que la copia digital es universal con respecto al contenido copiado. A continuación, analizaremos el surgimiento del software libre y la cultura libre como desarrollos subsidiarios al interior del proceso general de producción entre pares. Estos desarrollos también pueden explicarse utilizando la teoría de la forma germinal, y al mismo tiempo sirven como ejemplos adicionales para ilustrar la teoría. No obstante, debemos tener en cuenta que el concepto de copia digital no es directamente aplicable a la producción de bienes materiales. Si los principios de la producción entre pares pueden o no transferirse a la esfera material o qué podría significar ello, es un tema de investigación tan interesante como abierto.

Software libre

Como su nombre lo indica, el software libre [15] es software, es decir, programas y datos necesarios para hacer funcionar computadoras, escribir textos, navegar por internet, reproducir música o juegos, etc. A este respecto, no guarda mucha diferencia con el software privativo de Microsoft, por ejemplo. Frente al software privativo, lo interesante del software libre reside en su proceso de creación, en su modo de producción.

Un rasgo importante de este modo especial de producción de software libre es la apertura del proceso productivo. En él, el código fuente legible por humanos, donde está contenido todo el saber-hacer, se encuentra disponible para todos, puede ser visto y leído por quienquiera que se interese en él. Por el contrario, el código fuente del software privativo, que en resumen, es un software construido de manera capitalista, es un secreto bien guardado. [16] Los proveedores de software privativo hacen grandes esfuerzos para evitar cualquier acceso no autorizado a su código fuente. Este secreto es necesario porque el acceso a los conocimientos técnicos contenidos en dichas fuentes podría dar ventaja a los competidores. En este sentido, el código fuente del software privativo es muy similar a otros secretos comerciales.

Como se mencionó anteriormente, en el software libre el código fuente está disponible para todos. De hecho, es un objetivo declarado que otros puedan aprender de los conocimientos técnicos contenidos en el código fuente. Más aún, si tienes a mano el código fuente de algún software, puedes mejorarlo, modificándolo y adaptándolo a tus propias necesidades y preferencias personales. De hecho, este es otro objetivo declarado del software libre. Por el contrario, el proveedor de un producto patentado a menudo también tratará de ganar dinero vendiendo modificaciones o actualizaciones del producto original. [17]

Otro aspecto a señalar es cómo el modo de producción influye en la forma particular en que se organiza un proceso productivo. Para un proveedor de software privativo, es vital mantener oculta la información frente a sus competidores. Por tanto, se trata de un proceso cerrado. De hecho, el secreto usado por los proveedores de software privativo es una característica indispensable de ese modo de producción, porque el proceso productivo en sí está basado en el intercambio. Para el software libre, en cambio, la apertura no representa un obstáculo, sino más bien una ventaja para el proceso de producción. Incluso esta pequeña parte del gran fenómeno que es la producción entre pares, nos indica lo mucho que se diferencia este modo de producción del capitalismo.

También es relevante en este modo alternativo de producción el derecho a compartir los resultados del proceso. En efecto, los proveedores de software privativo, cuando se trata de sus productos, combaten ferozmente este modo libre de compartir. El uso compartido que se permite expresamente en el software libre, en el software privativo se conoce como «copia pirata» -es muy probable que hayas oído hablar de esto-. Pero en el software libre todo el mundo tiene derecho a distribuir el software [18], y esto es precisamente lo que ocurre: existen de hecho enormes repositorios de software libre donde no solo está permitido tomar lo que uno quiera, sino que también se alienta a las personas a simplemente ayudarse a sí mismas tomando lo que necesiten, y sin tener que dar nada a cambio. Uno de los resultados de este derecho a compartir es que la mayor parte del software libre no tiene precio. En parte, esto se debe a que hay una gran cantidad de software libre que ha sido creado por voluntarios en su tiempo libre.

Estas características del software libre muestran una cualidad novedosa que es propia de este modo específico de producción: es imposible convertir una pieza de software libre en una mercancía de tipo capitalista. Esto es así porque el software libre está disponible para todos: no se lo puede hacer escaso, y la escasez es precisamente la razón de ser de cualquier mercancía. Si un bien no es escaso no se lo puede vender, porque ¿quién pagaría por algo si puede obtenerlo gratis?

Fase emergente: el software libre en las décadas de 1980 y 1990

Ahora que tenemos una idea aproximada de lo que es el software libre y la producción entre pares, examinemos el surgimiento histórico del software libre. De hecho, este proceso se puede ver como el desarrollo de una forma germinal en el ámbito de la producción de software.

El software libre se inició en la década de 1980. Una buena parte de la iniciativa inicial provino de Richard M. Stallman, quien en 1983 inició el proyecto GNU [19] y en 1985 fundó la Free Software Foundation. [20] Richard M. Stallman había trabajado en el MIT y su práctica allí le había acostumbrado a un estilo muy abierto de desarrollo de software. Antes de la década de 1980, el software generalmente era visto como un mero complemento del costoso hardware, algo parecido al manual de uso que acompaña a un electrodoméstico nuevo. Las personas que trabajaban con software estaban acostumbradas a un flujo libre y sin obstáculos de pìezas de software, y a modificar esas piezas para adaptarlas a sus propias necesidades. Al señor Stallman le encanta contar la historia de cómo súbitamente se vio enfrentado a una nueva época en que el software se había convertido en una mercancía. [21] Fue el momento en que chocó con el obstáculo de que, para ser una mercancía, el software debe hacerse escaso y secreto, exactamente lo contrario de la práctica a la que Stallman estaba habituado. El final de esa historia fue que Stallman fundó el proyecto GNU y creó las primeras herramientas de software libre. [22]

Como es típico de una forma germinal en su fase emergente, en los años 80 el software libre era casi imperceptible. Incluso cuando el término Open Source fue inventado 15 años después, los principales medios de comunicación seguían sin percatarse del software libre en absoluto. No obstante, los expertos en la materia se familiarizaron con él a través de los canales de comunicación y foros que ya existían en internet mientras ésta iba creciendo poco a poco. [23] De este modo, el desarrollo abierto y la compartición de software libre hicieron nacer comunidades dedicadas a escribir software y a ponerlo a disposición sin trabas.

Muchos expertos en desarrollo de software empezaron entonces a experimentar con el software libre disponible. Aportaré un ejemplo personal. En mi primer trabajo necesitaba un compilador C que se ejecutara en un sistema operativo SCO. Este sistema incluía un compilador C, el cual contenía errores graves que introducían fallos en sus programas. Una programación útil es una tarea bastante difícil, y lo que uno menos necesita son herramientas con errores que incluso se suman a los errores que uno mismo ya está cometiendo. En esta situación desesperada, probé el compilador C de GNU, [24] que fue uno de los primeros productos GNU. De inmediato me sentí emocionado, porque funcionó de una manera completamente imprevista y, lo más importante, sin errores de ningún tipo. Igual que yo, muchos otros expertos se convencieron rápidamente de la superioridad de los productos de software libre disponibles en ese momento.

El siguiente paso importante se dio a principios de la década de 1990, cuando Linus Torvalds creó el kernel de Linux. Este núcleo, junto con la gran cantidad de software GNU con que ya contábamos, permitió el desarrollo de un sistema operativo completo basado exclusivamente en software libre. [25] Por primera vez en la historia, no solo podíamos ejecutar programas gratuitos en una plataforma privativa, también teníamos un sistema en el que todo, desde la base misma hasta la aplicación más sofisticada, era software libre. En comparación con los proyectos de software libre anteriores, el proyecto de Linux utilizó asimismo un estilo de desarrollo diferente, que Eric S. Raymond [26] describiría como incluso más abierto que el del proyecto GNU. Esto, sumado al creciente acceso a internet, supuso la consolidación definitiva del software libre.

Aunque el movimiento ganó impulso durante la década de 1990, en esos días seguía siendo difícil discernir el fenómeno del software libre. Entre los expertos, sin embargo, este desarrollo ya era bien conocido. Con mucha frecuencia el personal técnico de las grandes empresas empezó a utilizar equipos Linux, mientras que la dirección oficial seguía confiando en Microsoft y otros proveedores de software privativo. Entonces, en 1998, cuando el movimiento de código abierto salió a la luz, esos mismos gerentes anunciaron con orgullo que ya tenían un aparato Linux funcionando. Irónicamente, solo unos meses antes esos tipos ni siquiera sabían que el software libre existiera.

Si bien el desarrollo histórico del software libre es interesante en sí mismo, en nuestro contexto es mucho más importante reconocer que, desde sus inicios, este fenómeno ha mostrado los dos rasgos que consideramos cruciales para poder considerarlo una forma germinal contemporánea, rasgos que están profundamente arraigados en su modo de producción. El primero de ellos es la naturaleza no alienada del proceso de producción. Cuando Richard M. Stallman inició el proyecto GNU, estaba interesado en crear el mejor software imaginable para reemplazar las variantes privativas del sistema operativo Unix que existían entonces. Una motivación de este tipo es fundamentalmente diferente a la de querer vender una mercancía. Si quieres vender una mercancía, basta con crear algo que se pueda vender: la calidad absoluta no es un objetivo. [27]

Es diferente cuando los expertos implicados ​​trabajan en un proyecto sólo porque quieren hacer el mejor uso posible de sus habilidades, y porque están orgullosos de ello. Si colaboran, es para crear algo de la mejor calidad posible. En otras palabras: cuando se dedican a producir software de forma voluntaria, lo que les interesa es el valor de uso del producto resultante. Como se mencionó anteriormente, esta relación no alienada entre el esfuerzo realizado y el resultado de dicho esfuerzo, es un aspecto importante de lo que llamamos autoexpresión.

El segundo rasgo crucial que hemos estado viendo desde el principio es el carácter ilimitado del proyecto. Esta ilimitación se presenta de dos maneras. Por un lado, los proyectos de software libre carecen de limitaciones externas, porque todos pueden usar y compartir sus resultados; por otro, no tienen limitaciones internas, porque cualquier persona interesada puede contribuir al proyecto. Esto, de hecho, realmente ocurre. Cualquier usuario de una pieza de software libre puede hablar con sus desarrolladores y contribuir con el deseo de una determinada función, un informe de error, [28] o incluso con segmentos de código. De hecho, en muchos proyectos de software libre no hay una división clara entre el adentro y el afuera; en cambio, existe un continuo con respecto al cual un colaborador puede o no involucrarse en un determinado proyecto.

Si la ilimitación interna generalmente se logra mediante listas de correo abiertas, wikis o foros, donde los usuarios pueden compartir preguntas y aportaciones, la ilimitación externa está asegurada por las licencias de software libre. Las licencias de software libre son los medios legales con los que contamos para integrar el fenómeno del software libre en un entorno predominantemente capitalista. [29] En efecto, hoy en día la GNU General Public License (GPL) [30] es la licencia más utilizada, y constituye uno de los primeros logros de la Free Software Foundation. Curiosamente, la GPL es un truco genial que utiliza la lógica de los derechos de autor para volver este derecho en contra de la idea misma de derechos de autor: mientras que los derechos de autor normales restringen el uso del material correspondiente, las licencias GPL amplifican dicho uso.

Fase crítica: la calidad inferior del software privativo

Mientras el software libre se desarrollaba lentamente en varios nichos, se estaba incubando una gran crisis en el mundo del software privativo. Esta crisis se extendió principalmente al área de los sistemas operativos de servidores de tamaño medio, y al software asociado. Para las unidades centrales, relativamente escasas y costosas, los llamados «grandes fierros», había sistemas operativos especiales, creados internamente de manera personalizada. Por otro lado, tras la invención de la computadora personal IBM, creció enormemente el campo de las pequeñas computadoras domésticas, que ejecutaban sobre todo sistemas operativos de Microsoft, y para las cuales había disponible una enorme variedad de software privativo.

Para las relativamente numerosas estaciones de trabajo de tamaño medio, Unix era el sistema operativo perfecto. Hasta el día de hoy los expertos en la materia siguen considerando a Unix un sistema operativo basado en conceptos exiguos pero ingeniosos. Tal vez su característica más perspicaz sea el sistema de bloques de construcción, que permite ensamblar funcionalidades complejas a partir de bloques simples. Sin embargo, después de una larga historia de apertura, Unix finalmente se convirtió en un sistema privativo, con varios proveedores que han desarrollado diferentes versiones. [31] Entonces surgió el problema de que esas versiones eran incompatibles entre sí, lo cual es obvio si se tiene en cuenta que todos y cada uno de los proveedores se esfuerzan por vender un conjunto de características únicas que difieren en aspectos decisivos de las de sus competidores. [32]

Es un lugar común que en los grandes sistemas acoplados, los efectos de red son tremendamente importantes para que se produzca el crecimiento del mercado. Esto es especialmente cierto para el software, donde un producto es más útil mientras mayor sea el número de computadores en las que puede ser ejecutado. Entonces, para obtener efectos de red, se necesitan estándares que unifiquen diferentes productos en la medida en que puedan operar de forma recíproca. Los estándares, sin embargo, son de dos tipos: por un lado, hay estándares oficiales que son definidos por una institución más o menos poderosa. Estos estándares son abiertos porque generalmente están disponibles y pueden ser seguidos por cualquiera. Por otro lado, hay monopolios que definen estándares de manera implícita. Los monopolios privativos no son abiertos, porque incorporan únicamente un cierto tipo de prácticas que no suelen estar documentadas, y que además pueden cambiar de formas inesperadas y en cualquier momento, por lo que es peligroso depender de ellas.

Microsoft sirve como un buen ejemplo para demostrar cómo los monopolios logran los efectos de red. Aunque por lo general la calidad de los productos de Microsoft ha sido mediocre en comparación con la de sus competidores, [33] Microsoft ha logrado aprovechar los efectos de red que se activaron con MS-DOS.

Para las estaciones de trabajo de tamaño medio no existía un monopolio, ni una norma general común, que pudiera haber unificado suficientemente la base técnica de los diferentes proveedores. De hecho, incluso hubo intentos de crear tal estándar, pero nunca tuvieron éxito. Esto hizo que finalmente el mercado de Unix se extinguiera. En consecuencia, en la década de 1980/1990 muchos los expertos en el campo temían que Microsoft prevaleciera extendiendo su monopolio a esos servidores de tamaño medio.

Fase expansiva: el software libre, hoy

Paralelamente a estos desarrollos, sin embargo, la forma germinal del software libre también había crecido lo suficiente como para devolvernos la esperanza. Durante la década de 1990 se hizo cada vez más común utilizar software GNU y el sistema operativo GNU/Linux en servidores de tamaño medio. [34] De hecho, internet hoy en día es inconcebible sin software libre. Una de las principales historias de éxito en este campo es el servidor web Apache. [35]

«Apache ha sido el servidor web más popular en Internet desde abril de 1996.» (Página de inicio de Apache)

Junto con la World Wide Web, el correo electrónico es el otro servicio de internet más importante basado principalmente en software libre. Además, todo el software que ejecuta la infraestructura de red básica es, en su mayor parte, también software libre. [36]

Por lo tanto, si consideramos la actual expansión del uso del software libre en el lado del servidor, parece justificado suponer que este tipo de software tiene el potencial de triunfar en la competencia por hacer funcionar los servidores. Aunque hoy existe un respaldo masivo a este desarrollo, pocos pueden imaginar sus consecuencias: el nuevo modo de producción encarnado en el software libre se ha vuelto potencialmente capaz de superar al modo de producción encarnado en el capitalismo ¡en una de las infraestructuras más importantes y avanzadas de nuestra época! De hecho, puede que éste sea el único caso de este tipo desde la transición del feudalismo al capitalismo.

Aunque el lado del servidor puede considerarse ya ganado, la última frontera del software libre es el escritorio. Como se mencionó anteriormente, Microsoft ha sabido aprovechar los efectos de red y sigue ostentando un cuasi monopolio de las computadoras de escritorio. Sin embargo, tenemos esperanzas de que, paso a paso, ese monopolio también será superado por el software libre. El desarrollo más interesante en los últimos años ha sido probablemente la distribución Ubuntu, [37] que está llevando el software libre a un número cada vez mayor de escritorios. Microsoft, una de las empresas más ricas del mundo, probablemente será la que sufra las mayores pérdidas si el software libre sigue ganando terreno. Por eso es interesante ver las reacciones de esta multinacional. La historia de las reacciones de Microsoft se puede resumir bien con una cita de un conocido revolucionario no violento:

Primero te ignoran, luego te ridiculizan, luego te combaten, luego tú ganas. (Mahatma Gandhi) [38]

Durante mucho tiempo, al menos oficialmente, Microsoft ignoró al software libre. Sin embargo, internamente se realizaron estudios sobre ese nuevo fenómeno y lo que podría significar para ellos. [39] Luego, durante un breve período, Microsoft lo ridiculizó públicamente, para finalmente, empezar a combatirlo. Esto ha estado sucediendo en muchos campos. Al principio, por ejemplo, los voceros de Microsoft comparaban el software libre con el cáncer. [40] Luego, en repetidas ocasiones hicieron lo posible para evitar que los gobiernos de los países pobres adoptaran una estrategia de software libre. [41] Hoy, por último, Microsoft ha empezado a acoger a las empresas que ganan dinero vendiendo servicios asociados al software libre. [42]

En los últimos 25 años el software libre ha sido declarado muerto y enterrado con mucha frecuencia; sin embargo, como siempre, sigue vivo y goza de buena salud. Según nuestro análisis, la verdadera razón de esto es que ciertos principios fundamentales del software libre, a saber, la posibilidad de autoexpresión y la ilimitación, no pueden ser asimilados por la lógica capitalista. El capitalismo no puede hacer suya la ilimitación, porque la escasez es imprescindible para que las mercancías se vendan. Los derechos de autor son una forma de hacer que los bienes de información sean escasos y, por lo tanto, sujetos a la mercantilización. El copyleft le da la vuelta a esto suprimiendo la escasez. Por otro lado, la autoexpresión es lo opuesto de la alienación. Sin embargo, el sistema monetario capitalista se basa en una de las alienaciones más masivas que la humanidad haya visto jamás, y la alienación destruye la autoexpresión, al menos hasta cierto punto. Si las razones del éxito del software libre residen de hecho en la autoexpresión y la ilimitación, entonces el capitalismo no podrá hacer frente a esto a menos que renuncie a las características que lo definen como tal. En otras palabras: el capitalismo no tiene la capacidad de asimilar los principios que subyacen al éxito de la producción entre pares.

Cultura libre

Alguien podría responder: «Bien, este modo especial de producción parece funcionar para el software, pero aunque esto es interesante, el software no es más que una pequeña parte del mundo». Es verdad. Sin embargo, el modo de producción que subyace al software libre es aplicable a todos los bienes de información donde la creatividad juega algún papel. Dos ejemplos importantes más allá del software libre son Wikipedia y el movimiento Open Access.

Probablemente hayas oído hablar de Wikipedia. Es esa enorme enciclopedia basada en internet que ha sido creada por voluntarios durante los últimos años. Aunque Wikipedia se diferencia mucho de cualquier proyecto de software libre, aún así tienen muchos puntos en común. Para empezar, ambos son bienes de información. También, Wikipedia, al igual que cualquier proyecto de software libre exitoso tienen un objetivo visible y valioso que muchos pueden compartir. Esto, a su vez, atrae a numerosos colaboradores expertos, lo cual despierta el interés de un número creciente de personas, lo que a su vez atrae aún más contribuciones… Como se puede ver, tanto en el caso de Wikipedia como del software libre, el circuito de retroalimentación positiva es exactamente el mismo.

Por el momento, Wikipedia se enfrenta a serios problemas de gobernanza. A diferencia del software libre, el mayor problema de Wikipedia probablemente sea el hecho de que está manejando información que influye de manera muy directa en muchísimas áreas en todo el mundo. Por un lado, eso es bueno, pues indica el éxito de la plataforma; pero, por otro lado, atrae la atención de muchos grupos que tratan de modificar la información para adaptarla a sus propios intereses. Esto plantea serios problemas a Wikipedia. Los proyectos de software libre también han tenido que lidiar con problemas de gobernanza, y por lo general han sido capaces de resolverlos de una u otra forma. [43]

Aunque de seguro ya conoces Wikipedia, es muy probable que aún no conozcas el movimiento Open Access.  [44] El movimiento Open Access es un movimiento basado en la comunidad científica, más específicamente en las ciencias naturales. En algún punto los científicos de muchas áreas empezaron a exigir que los resultados de su investigación sean gratuitos y estén disponibles públicamente. Esto choca fuertemente con la práctica establecida de publicar los resultados de la investigación exclusivamente en revistas científicas.

En la época de los medios impresos, las publicaciones en revistas científicas eran probablemente la forma más apropiada de comunicación entre expertos; ahora sin embargo, en tiempos de internet, los medios impresos parecen inoportunos y obsoletos como medio de transmisión de información. Esto, más la llamada crisis de las revistas, causada por el enorme aumento de los precios de varias editoriales científicas, llevó a una serie de iniciativas que actualmente crean revistas científicas accesibles para el público directamente en internet. [45] Es de destacar que esta práctica de publicar abiertamente ha sido común y tiene una larga historia en las ciencias. Las posibilidades técnicas que ofrece internet pueden ayudar a expandir tanto la práctica como la lógica que la anima. También en este caso, lo que está en la raíz de este desarrollo es la motivación de los científicos y su interés por hacer investigación de calidad. La ciencia Open Access se adapta mejor que los enfoques tradicionales a sus deseos de autoexpresión.

Aparte de los ejemplos mencionados anteriormente, existen muchos otros fenómenos de producción cultural entre pares. La blogósfera, por ejemplo, puede considerarse otro caso de producción entre pares. O bien Jamendo, [46] u otros sitios similares que distribuyen música bajo las licencias Creative Commons. [47] Especialmente en América del Sur, hay desarrollos interesantes en la música y en las artes en general. Por último, existen también modelos de producción entre pares con un componente comercial como MySpace, [48] Flickr [49] y otras plataformas similares. En resumen, se puede afirmar que la iniciativa del software libre ha ido estimulando un número creciente de proyectos de producción entre pares en otros campos. Sin embargo, hasta ahora todos estos proyectos se han restringido al sector de la información.

Nuevas líneas de frente

Es en el campo de la producción de información por donde discurre hoy la principal línea de frente que demarca la antigua lógica de la nueva. En el sistema capitalista, los derechos de autor y sus restricciones han estado en vigor durante mucho tiempo: los privilegios y las leyes de copyright se establecieron en el preciso instante en que se hizo posible ganar dinero con lo que hoy se llama propiedad intelectual. [50] Otras leyes y reglamentos relacionados con la propiedad intelectual, como las patentes, también han estado vigentes durante un largo período. Aún así, en las últimas décadas esta área ha atraído cada vez más atención. En 1967, por ejemplo, se fundó la World Intellectual Property Organisation (WIPO), [51] que desde entonces ha buscado implementar y refinar las restricciones al flujo de información a lo largo de todo el mundo.

Estas nuevas líneas de frente en materia de propiedad intelectual atraviesan todos y cada uno de los campos involucrados. Acudamos nuevamente a las ciencias para demostrarlo. Por un lado, los científicos que participan en la producción entre pares se están uniendo al movimiento Open Access; por otro lado, se insta a las universidades a bloquear su información y a postularse para obtener patentes. Es fascinante observar el desarrollo de estos dos movimientos opuestos con respecto a un mismo tema. En nuestra opinión, esto es un síntoma de que lo que aquí está en juego es el desarrollo de la sociedad en su conjunto.

El software es otro buen ejemplo. En el software tenemos derechos de autor, que son la base de todas las licencias de software libre. Pero mientras que un derecho de autor se refiere a un único producto identificable, las patentes, por su parte, se refieren a ideas. Desde hace algunos años, en Estados Unidos hay patentes de software que hacen que el desarrollo de software común sea haya convertido en algo peligroso. Esto se debe a que se están otorgando patentes de software por las ideas más simples y obvias, lo cual significa que cualquiera de nosotros podría desarrollar fácilmente una pieza de software que viole alguna de las innumerables patentes de software existentes, sin siquiera saber el problema en el que se ha metido.

En la práctica, las patentes de software pertenecen principalmente a grandes empresas poseedoras de enormes carteras de patentes, las que por otro lado suscriben acuerdos de no agresión con otras grandes empresas que poseen sus propias carteras. No hace falta decir que las patentes -que restringen el uso no sólo del software, sino incluso de las ideas- son completamente contrarias al espíritu del software libre. Las patentes de software representan un peligro real para el software libre porque los desarrolladores libres no poseen grandes carteras de patentes con las que negociar. Como resultado, es fácil poner en peligro un proyecto de software libre alegando que viola una patente ya vendida. Y esto es algo que a menudo sucede. [52]

En Estados Unidos las patentes de software son un hecho. En la Unión Europea, hasta el día de hoy, se han podido evitar. De hecho, esta fue una de las raras ocasiones en las que el movimiento del software libre se materializó y luchó por sus derechos con medios clásicos, como las manifestaciones. Junto con una serie de pequeñas y medianas empresas de software, el movimiento de software libre pudo evitar que el parlamento de la Unión Europea aprobara una ley que habría introducido patentes de software en el continente. [53]

Hay muchos más ejemplos que muestran que la línea de frente de la propiedad intelectual es muy importante. Los intentos de privatizar la vida misma, reclamando patentes sobre genes y organismos vivos, es uno de esos ejemplos. Otro ejemplo es el número cada vez mayor de intentos de hacer cumplir las patentes farmacéuticas. El problema es que muchos medicamentos se pueden producir a muy bajo costo, y si bien el sentido común indica que esto es una buena noticia porque significa que las personas necesitadas de esos fármacos pueden pagarlos, lo cierto es que la industria farmacéutica no gana mucho dinero vendiendo medicamentos baratos, por lo tanto no está interesada en ponerlos en el mercado. En consecuencia, tales medicamentos no se producen ni se venden en absoluto, sumándose a esto que los países pobres particularmente interesados ​​en ellos no pueden producirlos de forma genérica porque ya están patentados. De modo que muchísimas personas en los países pobres sufren y mueren a causa de enfermedades que podrían tratarse con bastante facilidad. [54] Quienes busquen una demostración adicional de la inhumanidad del sistema de propiedad intelectual, puede que aquí hayan encontrado un ejemplo convincente.

Hoy: la fase expansiva ya empezó

En el campo del software, tenemos la certeza de que, según la teoría de la forma germinal, ya hemos alcanzado la fase expansiva. Hoy en día, el software libre es un elemento evolutivo importante dentro de la forma antigua que aún predomina. Esto no puede asumirse con la misma certeza en lo que respecta a otros campos; pero, como se mencionó, hay una serie de ejemplos prometedores que apuntan en la dirección correcta.

Tengamos en cuenta que en esta fase, aproximadamente a mitad de camino de una larga época revolucionaria, según la teoría de la forma germinal estamos asistiendo al inicio de un nuevo modo de producción basado en una nueva lógica que sustituye paso a paso a la anterior. Podemos suponer que un cambio importante en el modo de producción entraña a su vez un cambio de paradigma, con un impacto extremadamente profundo en el curso posterior de la historia humana. Esto significa que, en este punto medio del proceso, no cabe hacer predicciones muy ciertas sobre los efectos de ese cambio, o sobre su resultado final. Por lo demás, durante la fase expansiva tanto la lógica antigua como la nueva son fuertes, de modo que las contradicciones no son excepcionales ni accidentales, sino que constituyen una necesidad lógica.

Al observar el software libre, por ejemplo, suele causar sorpresa que sus desarrolladores sigan necesitando un trabajo y dinero para ganarse la vida. Bueno, sí, por supuesto que es así. Pero eso no es un problema. Los desarrolladores de software libre, hasta cierto punto, ya cabalgan sobre estos dos mundos. En la actualidad el proceso de superación de las viejas estructuras aún no ha avanzado lo suficiente como para que podamos confiar completamente en las nuevas formas. Pero este tipo de contradicción no implica que sea esencialmente imposible que una nueva lógica supere a una vieja: sólo se necesita tiempo y esfuerzo.

Queremos subrayar una vez más que lo que vemos hoy no es la etapa final. Recuerden: estamos en la tercera de cinco fases. Cuando el capitalismo inició su fase expansiva nadie podía imaginar un mundo capitalista concreto tres siglos después. Sin embargo, hoy somos parte de ese mundo, y es dentro de este mundo que nos resulta difícil imaginar uno basado en fundamentos nuevos y desconocidos, como la producción entre pares. Esto es especialmente cierto en lo concerniente a la producción de materiales. Hoy es difícil imaginar cómo se podría organizar la producción material según la lógica de los bienes de información. De hecho, percibimos una gran diferencia entre los productos de información digitalizados, que gracias a internet coexisten más o menos sin rivalizar entre sí, y los productos físicos, en los que una sola instancia de un bien material puede considerarse rival de todas los demás. [55]

Al mirar hacia atrás en la historia encontramos una pista. En la época feudal la producción de alimentos estaba organizada según una lógica completamente no capitalista, y sin embargo terminó, de manera gradual e imperceptible, sometida a la lógica del capital, hasta el punto de que hoy ha llegado a ser un mero apéndice de la producción industrial capitalista. Asimismo, es perfectamente posible que en la fase de dominio o de reestructuración, el problema de cómo integrar la producción material en el modo de producción entre pares se resuelva por medios que para nosotros son inconcebibles hasta ahora.

El potencial histórico de la producción entre pares

Desarrollo de las fuerzas productivas

Para producir las condiciones de su vida, los humanos desarrollan los medios necesarios y establecen un cierto metabolismo con la naturaleza. Los cambios en esta relación entre el ser humano, los medios que emplea y la naturaleza exterior (siendo los humanos mismos naturaleza), reciben por lo general el nombre de desarrollo histórico de las fuerzas productivas. Este desarrollo histórico ha ido acompañado y ha quedado reflejado por el desarrollo de formas sociales correspondientes, es decir diferentes formas de mediación social, a lo largo del tiempo. La relación entre las fuerzas productivas y las formas sociales es dialéctica, pero la fuerza motriz de todo el proceso es el desarrollo de las fuerzas productivas.

Hasta aquí, puede que esto sea de conocimiento común. En adelante, tendremos que entrar en más detalles para situar esto en el contexto del modelo de cinco fases descrito más arriba. Veremos que encaja muy bien.

La relación entre los tres aspectos -ser humano, medios técnicos, naturaleza- se modifica con el tiempo, no sólo en un sentido cuantitativo, sino también cualitativamente. Podemos entender la historia (o la «prehistoria», siguiendo a Marx) como una sucesión de épocas, donde en cada una de ellas domina uno de los tres aspectos del desarrollo de las fuerzas productivas.

La primera época puede describirse como la época natural, porque la producción de las condiciones de vida está directamente orientada hacia el uso de la naturaleza exterior. Todas las sociedades antiguas eran sociedades agrarias. Por supuesto, los medios técnicos se empleaban para mejorar la tierra y para excavar el suelo en busca de tesoros, pero esos medios no eran el foco central del desarrollo. La principal fuente de energía para trabajar la tierra provenía de los humanos (como trabajadores esclavos, siervos, o sometidos a otros tipos de dominación personal) y de los animales. Los medios técnicos tenían un carácter predominantemente artesanal.

Esto cambió drásticamente con la introducción de la producción industrial. La industria superó las limitaciones de la artesanía, de las fuentes de energía natural y -con el cambio de las formas sociales- superó también las restricciones sociales ligadas a los gremios y las corporaciones. El ideal de esta época es el ser humano libre: libre para vender su fuerza de trabajo en circunstancias alienadas, como lo señalamos en un capítulo anterior. La gran industria representa la época de los medios técnicos: «La herramienta o máquina de trabajo es la parte de la maquinaria con la que comenzó la revolución industrial del siglo XVIII» (Marx). [56]

Si durante la época natural las relaciones sociales siempre se caracterizaron por el dominio personal sobre los subordinados, en la época de los medios la mediación social adquirió una forma abstracta. Aparecieron entonces, principalmente, dos clases antagónicas y al mismo tiempo unidas a través del ciclo mercancía-dinero. Cada una de estas clases desempeña un papel diferente, pero ambas están subordinadas ya sea al objetivo alienado de obtener ganancias, o al de vender fuerza de trabajo.

En este punto ya estamos listos para comprender el sentido más profundo del esbozo histórico ofrecido por Karl Marx en los Grundrisse:

Las relaciones de dependencia personal (al comienzo sobre una base del todo natural) son las primeras formas sociales, en las que la productividad humana se desarrolla solamente en un ámbito restringido y en lugares aislados. La independencia personal fundada en la dependencia respecto a las cosas es la segunda forma importante en la que llega a constituirse un sistema de metabolismo social general, un sistema de relaciones universales, de necesidades universales y de capacidades universales. La libre individualidad, fundada en el desarrollo universal de los individuos y en la subordinación de su productividad colectiva, social, como patrimonio social, constituye el tercer estadio. [57]

Aquí, Marx describe tres épocas, dos de las cuales ya mencionamos antes. Falta una: la época del «desarrollo universal de los individuos», del desarrollo humano como fin en sí mismo: la época humana. Afirmamos que vivimos en un período de transición, en el que podemos observar a diario formas germinales de la época humana que viene.

Los desarrollos técnicos facilitan la producción entre pares

El capitalismo mejoró el trabajo empleando materia, y los medios empleados son medios materiales. La industria actual es óptima en cuanto a producir bienes físicos. Sin embargo, el período de los medios materiales ha alcanzado ya sus limitaciones intrínsecas; lo que se necesita hoy es optimizar el trabajo en base a información y creatividad. Esto se requiere no sólo para los bienes salidos de la línea de montaje, sino sobre todo para los nuevos productos modernos. La industria funciona bien produciendo en serie grandes cantidades de bienes materiales estandarizados, en un proceso donde las lógicas de producción son establecidos algorítmicamente. Pero no se puede crear algo nuevo mediante algoritmos fijos: la creatividad y el manejo flexible de problemas desconocidos solo pueden provenir de seres humanos vivos.

Por otra parte, la mayoría de los bienes actuales, incluidos los bienes físicos, están basados en conjuntos complejos de información. Sobre todo en las últimas décadas, el aspecto informacional de los productos y del proceso de producción se ha vuelto crucial. Los entornos de producción flexibles, que incluyen desde robots hasta herramientas de creación rápida de prototipos, permiten realizar cambios con mucha rapidez, lo cual ha hecho que la producción y manejo de información se vuelva cada vez más importante. Al mismo tiempo, la copia digital ha irrumpido como novedad histórica, permitiendo mediante el uso de computadoras la reproducción sin pérdidas y prácticamente sin costos marginales. Internet no es más que una colosal aplicación de copiado digital, lo cual lo convierte en la columna vertebral global de la producción y circulación de información.

Los bienes materiales, sin embargo, difieren significativamente de los bienes de información. La información se puede copiar fácilmente, mientras que los bienes materiales deben producirse unidad por unidad. El uso de bienes materiales implica rivalidad, mientras que el uso de información no. Cuando los bienes materiales se comparten son consumidos, mientras que la información, cuando es compartida, se difunde. Pero lo más importante: la producción de información necesita de la creatividad humana en una medida tal que el viejo modo de producción no puede contenerla.

Estos desarrollos técnicos son condiciones previas para la producción entre pares. Sin embargo, la producción entre pares no es simplemente un medio técnico: también modifica las relaciones sociales de producción. Los medios de producción son, siempre, al mismo tiempo técnicos y sociales.

Selbstentfaltung: el desarrollo universal de los individuos

Aquí entra en juego algo que Marx llamó el «desarrollo universal de los individuos» o, con una singular palabra alemana, Selbstentfaltung. [58] El concepto de Selbstentfaltung es similar al de autoexpresión, pero lo desborda. La sociedad burguesa necesita al individuo libre sólo en un sentido restringido: el individuo debe ser libre para vender su fuerza de trabajo o para controlar una fuerza de trabajo ajena. El carácter restringido de esta libertad proviene de su apresamiento en la lógica de la valorización, que asigna funciones opuestas a trabajadores y capitalistas, pero encerrándolos en la misma implicación recíproca. Ninguno puede escapar, pues ambos están obligados a funcionar de acuerdo con sus respectivas «personificaciones» funcionales.

Marx se dio cuenta de que las relaciones sociales están constituidas por relaciones entre cosas basadas en el intercambio de mercancías. Este «fetichismo» es el entorno alienado en el que el individuo debe procurar la autoexpresión. Para lograr esto, sin embargo, tendría que superar el entorno alienado cuya dinámica básica es excluyente, y tal superación no es posible dentro de la lógica de la compraventa mercantil. Al interior de la estructura excluyente cada individuo sólo puede «autoexpresarse» a costa de los demás: allí el individuo «libre» lo es únicamente porque está aislado de los demás y del conjunto de la sociedad. Nadie puede sacarse a sí mismo de un pantano tirando de sus propios pelos.

La salida de este dilema reside en la noción de Selbstentfaltung, la autoexpresión individual. A diferencia de la autorrealización mercantil, la Selbstentfaltung no es excluyente, sino que se basa en incluir a otros. Selbstentfaltung, la autoexpresión, crea un espacio de apoyo mutuo y mejoramiento compartido. La diversión y la responsabilidad se fusionan, porque la responsabilidad ya no aparece como un simple agregado moral, sino que es la condición previa para que las cosas resulten bien. Las conocidas «experiencias de flujo» pueden describirse como resultado de un estado de Selbstentfaltung. Wikipedia describe muy bien esta experiencia: «El flujo es el estado mental operativo en el cual una persona está completamente inmersa en la actividad que ejecuta. Se caracteriza por un sentimiento de enfocar la energía, de total implicación con la tarea, y de éxito en la realización de la actividad.» [59]

Selbstentfaltung no es un raro atributo personal exclusivo de unos pocos individuos, es un modo genuino de desarrollo individual compartido por todos los seres humanos. Sin embargo, requiere de un entorno social que optimice la lógica de inclusión, reduciendo al mínimo la alienación y la falsedad. El hecho de que el capitalismo se base en unos pocos principios abstractos contradice este requisito: en una sociedad fetichista que produce relaciones alienadas, donde el valor de uso de los bienes es tan sólo un medio subordinado a la realización de su valor de cambio en los mercados, la única forma de producir bienes que la gente necesita parece ser en una forma alienada e indirecta, usando dinero para crear más dinero.

La autoexpresión, por el contrario, sólo es posible a través de relaciones directas con los productos, con otros productores y con los usuarios. El objetivo principal es el producto en sí, no las ganancias obtenidas mediante su comercialización. Siendo la red de pares el entorno social en el que actúa cada individuo, la cooperación con otros productores resulta esencial para llevar a cabo las tareas. En un entorno así, la relación directa con los usuarios es la forma de obtener comentarios y reputación: cuanto mejor sea el producto, mayor será la cooperación; y cuanto mejores sean las relaciones con los usuarios, más personas se unirán al proceso y mayor será la posibilidad de lograr los objetivos comunes. La lógica de incluir cada vez más personas, conocimientos y experiencias, es un poder persuasivo que supera los principios excluyentes de la sociedad capitalista. El núcleo de esta lógica de inclusión es la Selbstentfaltung, que ahora se puede definir de manera breve: la autoexpresión de cada individuo es la condición previa para la autoexpresión de todos los demás, y viceversa.

Debido a que la autoexpresión está principalmente orientada al uso del producto, esto redunda en una calidad superior del mismo. La razón es que el diseño y la realización del producto no están limitados por consideraciones de marketing. Mientras que la producción orientada hacia el valor de cambio da como resultado una calidad relativa, la producción libre basada ​​en la autoexpresión se orienta hacia la calidad absoluta. Richard Sennet comparó este modo de producir con la artesanía, en la que se busca «hacer algo bien como un fin en sí mismo». [60] En el software libre y en las obras culturales libres como Wikipedia, Sennet ve el renacimiento de ese «impulso humano básico y duradero» que todas las personas poseen y pueden sacar a relucir. En este modo de hacer las cosas la apertura interna alienta las contribuciones desde todas las fuentes disponibles, así como la innovación por parte de los usuarios, a menudo dando como resultado directo una muy alta tasa de mejora de los productos. [61]

El desarrollo universal es un fin en sí mismo. La autoexpresión saca a relucir las mejores cualidades de los humanos y, al mismo tiempo, es la mejor forma de vida a la que pueden aspirar. Ya no hay oposición entre ser individual e incrustación social, entre el uno y los muchos. Por esta razón, la autoexpresión contradice muchos principios del capitalismo, que al estar basado en la exclusión, prohíbe la inclusión ilimitada. Cuando el capitalismo emplea la cooperación, es con el único fin de alcanzar una mejor competitividad, con tal de prevalecer a expensas de los demás. La eficiencia no está orientada al buen vivir para todos, sino simplemente a maximizar la ganancia privada como fin en sí mismo. Así, el desarrollo y la producción se orientan hacia metas definidas a partir de un ciclo de valorización «cibernético», lo que Marx llamó «dependencia cosificada objetiva» [sachlicher], y también con la palabra alienación.

Desde la perspectiva sistémica inherente al mundo industrial, la alienación no es realmente un problema, porque el comando sobre la producción material está asegurado. Asimismo, la alienación aparece como un costo personal aceptable, porque la «dependencia cosificada objetiva» es compensada con creces por los salarios. Pero el capitalismo de alta tecnología se basa en trabajar con información, lo cual requiere creatividad y libre desarrollo de la individualidad, que no se pueden imponer a los individuos. Por otro lado, en esta nueva modalidad productiva las grandes estructuras industriales del pasado han sido fragmentadas en partes más pequeñas, cada una de ellas directamente subordinada a las demandas del mercado. Al disolverse las relaciones de clase que antes eran claramente visibles, cada grupo y cada individuo se ve compelido a ser empresario, capitalista y trabajador al mismo tiempo. Esto exacerba la alienación: la autovalorización y la autoexpresión se vuelven requisitos antagónicos.

La transición a la época humana

Las conocidas tendencias del capitalismo actual, por lo general descritas como neoliberalismo, favorecen -por primera vez en la historia- el potencial para superar el capitalismo. A menudo los izquierdistas tradicionales encuentran extraña esta afirmación, y no parecen ser muy capaces de ver en el presente las formas germinales de lo nuevo. Ahora, el potencial de lo nuevo debe analizarse con mucho cuidado, porque contiene numerosas trampas. Una de ellas es interpretar todos los fenómenos nuevos como expresiones del neoliberalismo, razonamiento que tiende a adoptar la forma de una «conspiración»: detrás de cada desarrollo parece haber un plan para reprimir y subordinar a la clase obrera. Esta visión ignora la dinámica interna y la dialéctica del proceso en curso, incluidas las formas germinales que contienen el potencial de algo más allá del capitalismo.

Otra trampa es sobrestimar el nuevo potencial tal como éste se presenta en su actual fase evolutiva. Esto tiene que ver con la expectativa de que la forma germinal sea ya sea una forma final desarrollada, que encarne todas las propiedades que se quiere ver realizadas. Esta visión suele ir acompañada de la suposición o expectativa de que, en los proyectos de producción entre pares, necesariamente debe haber «buenas personas» con un elevado nivel de conciencia. Esto no es cierto, ni es cierto que sea necesario que haya «buenas personas». Debido a la fuerza inherente de la producción entre pares, no hay requisitos previos para unirse a un esfuerzo común de este tipo. En la producción entre pares pueden participar personas normales.

La tercera trampa es esperar que lo nuevo esté libre de contradicciones, y la creencia de que tendría que presentarse bajo una forma pura e inocente. Sin embargo, el modelo de cinco fases nos permite entender que una forma cualitativamente nueva nunca puede emerger separada de la forma previa, y sin desempeñar alguna función útil para ella. Al contrario, lo nuevo debe tener una función útil para lo viejo -de lo contrario no podría crecer-, mientras conserva en su interior, al mismo tiempo, el potencial de un modo de producción completamente nuevo. Este es el caso de la producción entre pares.

Al observar los proyectos actuales de producción entre pares basados ​​en bienes comunes, como lo es el software libre, se aprende que la producción entre pares no es sólo una cuestión de medios técnicos, sino que también cambia los medios sociales de producción. La función de mantenedor que mencionamos más arriba, por ejemplo, constituye un modelo de gobernanza común que desborda y supera a la democracia. A esta modalidad se la suele llamar «meritocracia», y está basada en la reputación y la responsabilidad.

En este modelo, el mantenedor y los miembros del proyecto están unidos de forma inclusiva. Mientras que al mantenedor le interesa que el proyecto tenga miembros numerosos y de calidad, los participantes, por su lado, tienen interés ​​en contar con un mantenedor competente y comunicativo, que les integre en el proyecto y que sepa organizar decisiones consensuadas. Se llega a un consenso cuando nadie tiene nada que objetar. Si un mantenedor no quiere tomar en cuenta las necesidades de los miembros del proyecto, entonces puede abandonarlo o «bifurcarlo». Una «bifurcación» es cuando un proyecto se divide; esto ocurre cuando los resultados obtenidos -dado que son gratuitos- se incorporan en un proyecto nuevo. Una bifurcación es siempre un riesgo, porque implica la dispersión de recursos humanos, lo cual merma la posibilidad de alcanzar la meta deseada. Por lo tanto, cuando tiene lugar un conflicto, todos los oponentes deben pensar claramente en las posibilidades y riesgos de una bifurcación, así como en las posibilidades y riesgos de un consenso. Este es el motor de la dinámica de regulación de conflictos entre pares.

Este funcionamiento difiere significativamente de la «regulación democrática de los conflictos» a través de votaciones y mecanismos de representación. En la producción entre pares todos los objetivos y necesidades surgen de los implicados en el proyecto, y se centran en el objetivo o en el bien a producir. Las influencias alienadas están ausentes, o al menos tal es la situación ideal en un proyecto plenamente gratuito. A diferencia de un proyecto parcialmente gratuito, en el que lo único gratuito es el producto, gratuidad casi siempre amparada en una licencia de libre uso. Por otro lado, en un proyecto plenamente gratuito la producción en sí no implica remuneración alguna, por cuanto el proyecto se realiza sin intermediación del dinero ni de ningún otro objetivo alienado, de modo que todas las tareas se realizan de forma íntegramente voluntaria.

Esta forma de regulación post-democrática nos muestra cómo una sociedad entera podría organizarse según las necesidades de las personas. Siguiendo esta lógica, no sólo es posible realizar proyectos de producción entre pares con objetivos específicos, sino que también se pueden organizar tareas de infraestructura o metaproyectos de mayor alcance. [62] Esta manera de entender la transición más allá del capitalismo difiere bastante de la vieja idea de conquistar el poder para tomar el control de los (antiguos) medios de producción. Esta nueva idea de transición toma como punto de partida cambiar la base productiva, estableciendo nuevas relaciones sociales inicialmente libres de valorización y alienación. No se trata de apropiarse del viejo poder, sino de construir uno nuevo, que luego coopera con el viejo. Este es el cambio fundamental en la perspectiva de la emancipación que nos aporta el modelo de cinco fases.

La época humana, aquella sociedad basada en el «desarrollo universal de los individuos» que Marx soñó, se convierte así en una posibilidad real.

Traducción: L. B.


Notas

[1] Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Ciencia de la lógica.

[2] Cuando nos referimos a Karl Marx, nos referimos más al filósofo y crítico de la economía política que al activista. En particular, nos referimos a su análisis del capitalismo.

[3] https://en.wikipedia.org/wiki/Standing_on_the_shoulders_of_giants

[4] Klaus Holzkamp, ​​Grundlegung der Psychologie, Frankfurt / Main: Campus, 1983.

[5] http://www.oekonux.org

[6] Debe tenerse en cuenta que, en algunos aspectos, este capítulo está en progreso. Un análisis exhaustivo del capitalismo temprano basado en la teoría de la forma germinal aún no se ha hecho, y probablemente esto requiera un programa de investigación histórica de envergadura.

[7] Karl Marx, El Capital, vol. 1, sección segunda: La transformación del dinero en capital: http://marxists.org/archive/marx/works/1867-c1/ch04.htm

[8] https://es.wikipedia.org/wiki/Ludismo

[9] Robert Kurz, Schwarzbuch des Kapitalismus, Eichborn, Frankfurt / Main, 1999: https://www.aporrea.org/actualidad/a12031.html

[10] https://en.wikipedia.org/wiki/Josephinism

[11] En realidad, pareciera que la religión ha empezado a recobrar importancia durante las últimas décadas. Sin embargo, creemos que este tipo de religión no se puede comparar con la religión de la época feudal, principalmente porque los nuevos tipos de religión en general no están bajo el alero de una iglesia común que constituya un centro de poder universal como lo fue, por ejemplo, la iglesia católica durante la Edad Media. Pero incluso si vemos en los fundamentalismos modernos de todo tipo un retorno de la religión, esto es más una indicación del declive de la Ilustración que cualquier otra cosa. En cualquier caso, estos fundamentalismos no podrán crear sociedades que deseables por los hijos de la Ilustración.

[12] Actualmente se está elaborando un conjunto de criterios que permitan distinguir los procesos de producción entre pares de otros fenómenos. Puede que exista un vago consenso en la comunidad de investigación agrupada en torno a Oekonux, pero el tema aún no está resuelto.

[13] Existen proyectos de producción entre pares que tienen uno u otro apéndice comercial, orientado no hacia el valor de uso sino a la obtención de ganancias. Qué significa esto y cómo debe considerarse es, de hecho, una pregunta difícil que probablemente no tenga una respuesta válida en general. Varias experiencias de software libre muestran, sin embargo, que es fundamental que el proyecto central mantenga su orientación al valor de uso, y los intereses comerciales se agrupen únicamente en torno a procesos periféricos. De hecho, los proyectos de producción entre pares que incluyen una parte comercial son una contradicción actual, típica de la fase expansiva de la forma germinal.

[14] Aquí hemos usado un término alemán porque realmente no hay un buen equivalente en inglés para este concepto. Incluso en alemán el sentido que le estamos dando a Selbstentfaltung difiere del uso más común de la palabra. [siguiendo la decisión de los autores, he optado por traducir Selbstentfaltung como «autoexpresión», asumiendo que no hay un término más aproximado en castellano, NdT]

[15] En realidad, hay dos términos comunes para designar el fenómeno que se describe aquí: software libre y código abierto. Software libre es el término más antiguo, mientras que la expresión código abierto se ha acuñado explícitamente como un término de marketing que busca borrar la connotación política del término software libre. En la práctica, los términos son intercambiables en casi todos los aspectos. Acá preferiremos hablar de software libre.

[16] Existen dos tipos de programas de computadora: por un lado, está el código ejecutable que es el que la máquina pone a trabajar. Este tipo de código tiene un nivel de expresión muy bajo muy, afín con las características de la máquina, y es difícil de entender para los humanos. Por otro lado, está el código fuente a partir del cual se genera el código ejecutable. El código fuente es lo que los humanos usamos para expresar lo que queremos que la máquina haga. Es mucho más fácil de entender que el código ejecutable y también es mucho más fácil de leer y escribir. Mientras que a partir del código ejecutable es casi imposible entender el know-how contenido en un programa, una buena pieza de código fuente está hecha precisamente para facilitar dicha comprensión.

[17] Véase, sin embargo, el trabajo de Eric von Hippel sobre la importancia de la innovación por parte del usuario, también en la producción general de bienes materiales.

[18] Bajo qué términos se puede redistribuir el software libre es, de hecho, lo que regula la licencia que le permite hacerlo. La licencia GPL_ más utilizada contiene el llamado principio Copyleft, que no sólo obliga a redistribuir la forma ejecutable del software junto con el código fuente, sino que determina que las versiones modificadas (derivadas) del software también deben estar cubiertas por la licencia GPL_ al momento de ser distribuidas.

[19] https://es.wikipedia.org/wiki/GNU

[20] https://www.fsf.org/

[21] Sam Williams, Free as in Freedom. Richard Stallman’s Crusade for Free Software, O’Reilly, 2002.

[22] https://www.gnu.org/gnu/manifesto.es.html

[23] Por ejemplo, aprendí sobre el lenguaje de programación Perl a finales de la década de 1980 cuando su inventor Larry Wall publicó Perl 4 a través de Usenet.

[24] https://gcc.gnu.org/

[25] https://groups.google.com/g/comp.os.minix/c/dlNtH7RRrGA/m/SwRavCzVE7gJ?pli=1

[26] http://catb.org/~esr/writings/cathedral-bazaar/

[27] De hecho, en los proyectos privativos la calidad es menos importante cuanto más monopolio ejerce un proveedor. Cuando se tiene un monopolio, como el que casi tiene Microsoft en el mercado de las computadoras de escritorio, la calidad no importa en lo más mínimo. Es más: fue el éxito del navegador basado en software libre Firefox lo que obligó a Microsoft a escribir un nuevo navegador web en reemplazo de un producto que llevaba años fallando.

[28] «Error» es un término técnico que se utiliza para algún tipo de fallo en una pieza de software.

[29] http://en.wiki.oekonux.org/StefanMerten/LicensesAsSeenFromAnOekonuxPerspective

[30] https://www.gnu.org/licenses/gpl-3.0.html

[31] El sistema operativo Unix en sí tiene una historia interesante que no podemos desarrollar aquí. Su vida comenzó como un proyecto universitario muy abierto, para luego ramificarse en numerosas variantes patentadas que coexistieron con variantes aún abiertas. El acrónimo GNU que significa «GNU no es Unix» recuerda esta historia. Sin embargo, sólo GNU / Linux pudo recuperar la apertura de las primeras variantes de Unix, y al mismo tiempo convertirse en un gran éxito.

[32] Steven Weber, The Success of Open Source. Harvard University Press; 2004; ISBN 0-674-01292-5

[33] Una referencia fácil para entender esto es la comparación entre Windows 3.1 y los sistemas operativos de Apple de esa época. Cuando Microsoft finalmente lanzó Windows 3.1, éste era notoriamente inferior a los sistemas operativos que por entonces se ejecutaban en las computadoras Apple MacIntosh. Sin embargo, los sistemas operativos de Apple también eran privativos y no podían ser ejecutados en los equipos para los que se habían hecho los productos de Microsoft, por lo que no eran una alternativa real.

[34] Un servidor web es la pieza de software que se utiliza para organizar las páginas de la World Wide Web, de manera puedan ser visitadas y aprovechadas en los navegadores web.

[35] https://httpd.apache.org/

[36] En efecto, hay enrutadores de red que no parecen computadoras y que ejecutan pilas de protocolos hechas de software libre.

[37] https://ubuntu.com/

[38] Cita tomada de http://www.quotedb.com/quotes/2776

[39] http://catb.org/~esr/halloween/

[40] http://www.theregister.co.uk/2001/06/02/ballmer_linux_is_a_cancer/

[41] http://www.corpwatch.org/article.php?id=4859

[42] http://www.news.com/Microsoft-makes-Linux-pact-with-Novell/2100-1016_3-6132119.html

[43] La gobernanza entre pares es un tema importante sobre el que hasta ahora hay relativamente poca investigación. Una de las ideas centrales (aunque la única) del proyecto Oekonux es que la gobernanza entre pares a menudo implica un mantenimiento explícito que incluye un papel de mantenedor también explícito.

[44] http://www.earlham.edu/~peters/fos/overview.htm

[45] http://en.wiki.oekonux.org/Oekonux/Research/ReportBerlin4

[46] http://www.jamendo.com/

[47] http://creativecommons.org/

[48] http://www.myspace.com/

[49] http://www.flickr.com/

[50] https://es.wikipedia.org/wiki/Propiedad_intelectual

[51] http://en.wikipedia.org/wiki/World_Intellectual_Property_Organization

[52] http://www.infoq.com/news/RedHat-Sued-Due-to-Hibernate-3-O

[53] http://www.theregister.co.uk/2005/07/06/eu_bins_swpat/

[54] http://www.accessmed-msf.org/main/access-patents/introduction-to-access-and-patents/msf-and-patents/

[55] Consideramos un bien como «rival» si el uso hecho por una persona impide que otra lo use. Las cosas que se consumen al usarlas, como la comida, son un buen ejemplo de bienes rivales. Por otro lado, en los bienes no rivales, el uso hecho por unos no interfiere con el uso hecho por otros. Las ondas de radio son un ejemplo típico de un bien que no es rival.

[56] Karl Marx, El Capital, Vol. 1, cap. 13, sección 1: https://webs.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/13.htm

[57] Karl Marx, Grundrisse. Vol. I,  p. 85: http://ecopol.sociales.uba.ar/wp-content/uploads/sites/202/2013/09/Marx_Grundrisse_Vol.-1.pdf

[58] El concepto de Selbstentfaltung se ha utilizado mucho en la discusión de Oekonux, y también aparece en algunas obras más antiguas, por ejemplo, en el trabajo de Holzkamp, quien lo define como «potencial de acción generalizado». [ver nota 14, NdT]

[59] https://es.wikipedia.org/wiki/Flujo_(psicolog%C3%ADa)

[60] Richard Sennet, El artesano, Anagrama, 2009: https://iupa.edu.ar/sitio/wp-content/uploads/2016/06/Sennett-richard-el-artesano.pdf

[61] Eric von Hippel, Democratizing Innovation, MIT Press, 2006.

[62] En un estudio extenso y muy debatido, Christian Siefkes demostró que la producción entre pares puede generalizarse en el mundo físico y que toda la sociedad puede organizarse de acuerdo con los principios de gobernanza entre pares a nivel global. Ver Christian Siefkes, From Exchange to Contributions. Generalizing Peer Production into the Physical World, Ed. C. Siefkes, 2007.